¿Por qué este título?
-“Cuando empecé a usarlo en mi correspondencia con los autores me di cuenta que me ayudaba a establecer una comunicación y una complicidad inmediata con ellos: mencionaba la frase y ya no tenía que explicarme mucho. “El compañero que me atiende” es por supuesto un eufemismo oficial en Cuba para no tener que decir “el policía secreto que me vigila”. Pero justo usar ese eufemismo me ayudaba a establecer el tono de mi propuesta. No quería que fuera un libro victimista, que ya hay bastantes de esos y no sin razón. Ni siquiera quería enfocarme en los casos extremos de represión a ciertos escritores. Lo que refleja ese título y buena parte de los textos es esa vigilancia, intimidación, control y represión como forma cotidiana de la existencia. Como reflejo condicionado a la hora de escribir o vivir. En mi opinión lo que define al totalitarismo no es ni la violencia (como creía Arendt) ni los campos de concentración. Lo que lo define es ese acto reflejo de bajar la voz y mirar a los lados cuando se tocan ciertos temas, estar tan acostumbrado a la represión que empiezas a tú mismo a usar esos eufemismos oficiales. Como para que se haga más soportable la humillación continua de vivir en esa situación”.