Candidato gobiernista borra al PAC de su campaña

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Edgar Fonseca, editor

En el vendaval del “cementazo”, el mayúsculo escándalo político-financiero que estalló en la cúpula de consejeros del primer gobierno PAC y se propagó a otros grupos políticos y al Poder Judicial, el candidato oficialista Carlos Alvarado Quesada, borró de su reciente campaña publicitaria menciones al partido.

Bajo el lema “Yo creo, Carlos 2018”, vallas publicitarias promocionan la imagen del candidato pero ignoran al partido que representa y lo mismo ocurre con dicha campaña en las cuentas de redes sociales.

En su sitio oficial carlos.cr. sí aparecen referencias al partido. Al igual que en su cuenta Twitter donde se le presenta como candidato de dicho partido.

“Siempre he sido PAC, he militado desde el 2002. En el 2004, con 24 años de edad, comencé a trabajar con la Fracción legislativa como encargado de prensa. En el 2006, fui jefe de despacho del diputado Alberto Salom Echeverría. Para el 2009, trabajé como asesor para la campaña presidencial de Ottón Solís Fallas”, consigna en dicho sitio.

Pero la más reciente campaña de imagen lo pasa por alto.

“Yo creo en cero corrupción”, dice una de las vallas que dominan en el sector de la Y Griega, ruta de Circunvalación, carretera a Desamparados.

¿Considera lógica su estrategia?, se le preguntó al politólogo José Alberto Rodríguez, presidente de la encuestadora Demoscopía y respondió:
– Puede ser lógico pero es indebido. Me parece que el candidato de un partido debe asumir su responsabilidad del grupo que lo llevó a la competencia electoral.
 -¿ A qué la atribuye?
-Su estrategia no es buena, a no ser que se autoconsidere un “líder carismático o mesiánico”, lo cual está sumamente lejos de su realidad. Su actitud la considero vergonzante, lo cual lo retrata como persona, utilizo una agrupación política para su proyecto personal, comportamiento que emana malos presagios.
-¿Puede ser contraproducente con el partidario PAC?
-Cualquier miembro o simpatizante del PAC, con un mínimo de crítica, debería estar muy preocupado e incómodo. El candidato no cree en su propia marca de partido y él, tampoco, es una marca, maneja una absurda y perturbadora dialéctica.

Sin peso político

“Si fuese una estrategia no tendría sentido, pues es imposible desligarse uno de otro. La figura de Alvarado no tiene el peso político suficiente para desmarcarse de su partido”, respondió, a las consultas, el también analista político y director del programa Noche sin Tregua, Claudio Alpízar Otoya.

“Además –enfatizó– la lectura de la opinión pública evidenciaría tales intenciones como ilógicas en quien fue parte del este gobierno y promotor de la candidatora de LGS”.

PuroPeriodismo remitió  consultas al periodista Fabián Marrero de la campaña del PAC, sin que hasta este martes se tuvieran respuestas.