Sonia Sánchez (1964, Villa Ángela, provincia de Chaco, Argentina) sabe muy bien de qué habla cuando habla de prostitución.
Durante seis largos años, desde que tenía 16 y hasta que cumplió los 22, sufrió explotación sexual, destaca un informe especial de BBC Mundo.
Su viaje a los infiernos comenzó cuando, en busca de una vida mejor, se trasladó a Buenos Aires desde su localidad natal de Villa Ángeles, en el norte de Argentina, para trabajar como empleada doméstica, dice BBC.
Pero perdió su empleo, acabó en la calle y cayó en las garras de la prostitución, añade.
Logró, con mucho esfuerzo, salir de aquella pesadilla. Desde entonces, ha consagrado su vida a denunciar públicamente los horrores que conlleva la explotación sexual y a formar como educadora a numerosos jóvenes, para tratar de evitar que haya chicas que acaben prostituidas y chicos que terminen convirtiéndose en “prostituidores”, agrega BBC.
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