Seguro Social, una joya preciada

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Jose Luis Valverde Morales, periodista *

Hace 76 años, un día como hoy nace la Caja Costarricense de Seguro Social y a partir de esa histórica decisión se modificó para siempre el rostro de la patria, honor y gloria a Rafael Ángel Calderón Guardia, Manuel Mora Valverde y Víctor Manuel Sanabria Martínez, un médico, el abogado y el sacerdote quienes renunciaron a sus trincheras mentales para mirar el horizonte y heredarnos posiblemente la más querida (y a veces criticada) institución pública del país.

Ayer precisamente la esposa de un compañero de infancia e hija de entrañables amigos ya desaparecidos permaneció durante más de 12 horas en el quirófano del hospital San Juan de Dios, al menos una decena de especialistas del más alto nivel y todo el personal de apoyo aplicados en un procedimiento quirúrgico de gran magnitud, cuyo costo es casi imposible de cubrir para un ciudadano cualquiera y en nuestro país, al alcance universal de ricos y pobres.
En un día como hoy aproximadamente 45 mil personas son atendidas en las unidades médico asistenciales de la CCSS, para que tenga una idea, es como llenar el Estadio Nacional hasta el tope de su capacidad y dejar afuera al menos 10.000 aficionados, la verdad, pocas veces reparamos en la magnitud de la más grande obra social de la patria.

Si no la cuidamos…
Si no lo cuidamos, el Seguro Social podría pasar a formar parte de las obras fallidas del país, en el mundo virtual al que asistimos, la histórica relación obrero patronal se ha desdibujado, muchos jóvenes no creen en la seguridad social y menos les importa, es como si la juventud fuera un estado para siempre, de ahí la importancia de los mayores para recordarles la valía de la protección en salud y pensiones.
Cada uno en esta patria tiene una historia que contar con respecto a su contacto con el Seguro Social, algunos harán escarnio y es comprensible, pero sin duda la inmensa mayoría en su fuero interno reconoce lo diferentes que seríamos sin esta noble institución.
Hoy es un día para meditar y porqué no, compartir sinceramente experiencias buenas, regulares y malas, hacerlo con limpieza de corazón y así, entre todos, no dejar nunca de pulir una de las más preciadas joyas de los abuelos.

Facebook, Jose Luis Valverde Morales, periodista, director Comunicación Institucional CCSS