Berlioth Herrera, periodista *
Hoy voy a sonreir para que pase desapercibida mi tristeza.Tristeza es lo que me embarga cuando siento tanto egoísmo, fanatismo, dureza, discriminación, división y hasta odio en las palabras de algunas personas.
Somos seres humanos que transitamos temporalmente por esta tierra. Tenemos el privilegio de amar, de sentir, de disfrutar, de vivir, simplemente debemos convivir y convivir pasa por respetar, tolerar, entender que todos somos diferentes y que en esa diferencia radica la maravilla de la naturaleza humana, que no hay por qué temer a la diferencia. Hoy me levanté y miré a mis hijos, y pensé, si mañana alguno de ellos, decide ser cura, monja, pastor religioso o es lesbiana, gay, transexual, qué haré: NADA DIFERENTE.
Seguirlos amando profundamente como hasta hoy, respetar sus decisiones, aunque no las comparta, apoyarlos siempre.
Solo aspiro a que, tomando el camino que deseen tomar, no dañen a nadie más y que tampoco les dañen a ellos por pensar o actuar o ser diferentes. Ese es el mundo que quiero heredarles y por el que trabajo y lucho, cada día, desde mi pequeña trinchera. ¿Será mucho pedir?