Edgar Fonseca, editor
Un nuevo lago ácido está emergiendo y aumentando de volumen gradualmente en el fondo del cráter activo del Poás, anunció Ovsicori-UNA.
La nueva laguna fue detectada por los científicos desde mediados de enero del presente año. Su formación la atribuyen a una combinación del cese gradual de la actividad magmática y reducción en la emisión de gases y calor del magma a través del cráter y los altos montos de precipitación pluvial de agosto-diciembre 2017 / enero 2018 registrados en el país, agregó un informe divulgado ayer jueves a las 6:00 p.m.
Color grisáceo lechoso
Este lago presenta color gris lechoso, una temperatura de 60 grados Celsius y un nivel de acidez y salinidad extremos, conductividad eléctrica alrededor, , así como vapores de niebla ácida escapando hacia la atmósfera desde la superficie del lago, como resultado de la presencia de actividad fumarólica subacuática moderada, sobre todo en el sector donde se ubica una fumarola azufrada, la cual está ahora bajo el agua, añade el ente vulcanológico.
El nivel de actividad sísmica registrada por los sismógrafos en el Poás es muy bajo, y en general las señales registradas son debidas a la actividad fumarólica hidrotermal de baja temperatura y al ruido de fondo producido por factores externos ambientales o instrumentales, agregaron. Este jueves, los vientos en la cima del volcán se dirigen principalmente hacia el suroeste-oeste. No se ha observado ni reportado emisión o caída de ceniza.
Borbollones en río Celeste
El sector del Río Celeste conocido como Los Borbollones continua presentando burbujeo vigoroso de gases en ambos bancos del río Celeste, dice el informe al analizar las condiciones en el volcán Tenorio.
La temperatura de estos borbollones a ambos lados del río se encuentra alrededor de 60 grados Celsius, al nivel del fondo del río donde emergen las burbujas, detallan.
Durante el enjambre sísmico ocurrido en el flanco sureste del Tenorio entre el 9 y el 12 de enero 2018, las aguas del río Celeste se tornaron de color azul turquesa a café terroso temporalmente, posiblemente como resultado de incorporación de un exceso de material arcilloso-terrigénico a las aguas de las quebradas que alimentan el Río Celeste proveniente de derrumbes en las laderas altas del volcán Tenorio, aclaran los expertos.
Según Ovsicori, aunque en los sectores del Río Celeste conocidos como Los Borbollones, Quebrada Agria y Quebrada Buena Vista en apariencia el caudal, temperatura, la conductividad eléctrica de las aguas recolectadas el 23 enero son similares a los observados en años anteriores, un olor persistente y muy fuerte a gas se percibió en el sector de Los Borbollones. Es importante llevar a cabo nuevamente mediciones de la concentración y flujo de gases en Los Borbollones, nacientes termales y el campo de fumarolas del volcán Tenorio, para determinar si hay cambios en la composición y tasa de emisión de gases y fluidos hidrotermales en general.
Rincón de la Vieja y Turrialba en calma
Rincón de la Vieja-En las últimas 24 horas no se registró actividad sísmica relevante ni explosiones hidrotermales en el Rincón de La Vieja. Un ojo de agua ácida, ubicado unos 4 km al norte del volcán, registró una temperatura de 32 grados centígrados el 24 enero 2018. Estos valores son similares a los medidos con anterioridad.
Turrialba-La actividad sísmica en las últimas 24 horas es baja, con esporádicos sismos de amplitud baja y períodos con bandas de tremor volcánico de corta duración y baja amplitud. Estos eventos volcánicos están asociados al movimiento de fluidos (agua, gases, y/o magma) a través del edificio volcánico. Se mantiene una desgasificación pasiva sin emisión de ceniza, con una pluma de gases y aerosoles que se dispersa a ras del suelo debido a los vientos con dirección predominante suroeste-oeste. No se han recibido reportes por parte de los habitantes de caída de cenizas ni de percepción de olor a azufre.
