Un parlamentario distinguido y muy polémico

591

 

  • Jorge Luis Villanueva Badilla no fue silencioso, no se acomodó, no fue dócil; fiel a sus valores, los defendió, sin morir en esa misión.

Fernando Cruz Castro, magistrado Sala Constitucional

“La muerte de un parlamentario distinguido y muy polémico. Jorge Luis Villanueva Badilla, social demócrata auténtico, no claudicó. Lo recuerdo en una mesa redonda que se realizó en la Facultad de Derecho, era 1969, yo tenia veinte años. En la mesa redonda se discutía el contrato ley de Alcoa. Qué impresionante ver a un joven diputado como don Jorge Luis, defendiendo la soberanía política y económica del país. Era un orador brillante, buen polemista. No necesitaba ser comunista para oponerse al contrato con una trasnacional, era un diputado social demócrata, un liberacionista de la época. Su oratoria y los valores que defendía le dieron mucho sentido a lo que yo pretendía al estudiar Derecho. El joven diputado Villanueva nos dio una lección sobre el derecho justo, también nos iluminó el camino sobre lo que es la oratoria como la recomienda Cicerón. En mi bisoñez, comprendí la lección del parlamentario Villanueva. Una lección inolvidable. Fue disidente dentro de su fracción, al oponerse al contrato de Alcoa. Don Jorge Luis no era dócil, no hizo fila con sus compañeros de fracción, no tuvo problemas para disentir, le importó poco ser minoría, oponiéndose al contrato, al igual que lo hizo don Rodrigo Carazo. Fiel a su fuerte personalidad, firmó la famosa proclama de Patio de Agua, que es una declaración importante en la historia liberacionista. Disentir no fue un obstáculo para un social-democrata convencido como el tribuno Villanueva, político polémico, que en su discurso inteligente y encendido, creaba enemigos y adherentes, no había tibieza en su mensaje. Hoy don Jorge Luis se convirtió en historia. Nadie lo sustituirá, su voz no se apagará, resonará cuando queramos repasar el ideario social demócrata del partido al que dedicó su vida. Sobrevivió a la política, un gran logro, por cierto. Dejó un legado muy claro sobre lo que debe ser una sociedad más justa, más democrática. No fue silencioso, no se acomodó, no fue dócil, fiel a sus valores, los defendió, sin morir en esa misión…”.