Edgar Fonseca, editor
¿Será cierto que el PAC estatista, populista, sindicalero, renegador de la apertura comercial, acoge a partir de ahora en su seno a egregias figuras empresariales, capitalistas de alcurnia, neoliberales de hueso colorado?
¿Qué las abraza y hace suyas sus propuestas, radicalmente adversas a sus intereses y a su evangelio ideológico populachero?
¿Será cierto este forzoso viraje a la derecha de estas horas?
¿Olvidan ese pasado reciente, tan presente en la administración que acaba, de vacilar al país y esquivar una urgente reforma fiscal?
¿Olvidan aquel imprudente primer acto político de este gobierno de plegarse a los intereses gremiales y elevarlos a los altares con el “parto de los montes” del Melico Salazar?
¿Será cierto que todo eso se acaba a partir del 8 de mayo, si el votante les da una segunda oportunidad consecutiva –inmerecida, por cierto– en el poder?
¿Qué nada de eso se verá en los consejos de gobierno de todos los martes ni mucho menos en el consejo económico, encomendado a una insigne economista de la otra acera?
¿Será cierto que a partir de mayo el influyente sector empresarial y de cámaras del país no estará más arrinconado y se le recibirá en Zapote “a cuerpo de rey”?
¿Será cierto todo esto?
De serlo, estaríamos ante uno de esos milagros políticos únicos en nuestra historia. Casi una “conversión cuaresmal”, tan propia de estas fechas, de un candidato que jura que, primero pasan sobre su cadáver antes que abrir el país a la gran Alianza del Pacífico. Que negoció de mentirillas las convenciones sindicaleras.
Y que, de la noche a la mañana, acoge bajo su alero a enemigos de causa.
¿Será cierto todo esto? ¿O tan solo es un espejismo electorero?
Punto final-¿Será potable, digerible todo esto para ese PAC recalcitrante, que no cree en nada de lo que pregonan quienes hoy se trepan a su barca?
Excelente comentario. Por supuesto que no es cierto, es una farsa oportunista y los señorones del PUSC son tontos útiles.