Carácter, determinación y romper con privilegios, retan a Alvarado

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Edgar Fonseca, editor/Foto Twitter

La investidura de Carlos Alvarado Quesada como 48 presidente de la República lo desafía a consumar  cambios significativos, trascendentales, y a romper con los privilegios sectoriales, si pretende ser reconocido como estadista, advierte el sociólogo José Alberto Rodríguez, presidente de la empresa de investigación Demoscopía.

“Hay que crear cambios significativos para generar una verdadera gobernabilidad. Esta sociedad esta atomizada, la mayoría de los que poseen no quieren ceder en sus beneficios, aunque sean mal habidos o de dadivas políticas, “derechos adquiridos” de altos beneficios para la nomenklatura estatal, es una complicidad histórica de todos los partidos políticos”, sostuvo Rodríguez.

“Se tiene que tener carácter y determinación, olvidarse de “quedar bien con todos”, y repudiar el mediocre principio de “hagámoslo a la tica””, enfatizó.

El exvicepresidente Kevin Casas  considera que la fiscalidad, la gobernabilidad y la seguridad, son clave para Alvarado.

Para el analista Juan Carlos Hidalgo del Cato Institute, los tres desafíos prioritarios del nuevo presidente son:

  • estabilizar el peligroso desequilibro en las finanzas estatales,
  • detener y revertir la oleada de violencia que azota al país desde hace cuatro años,
  • e implementar reformas estructurales para reducir significativamente la tasa de desempleo y aumentar la tasa de participación laboral. En estas tres áreas –situación fiscal, criminalidad y mercado laboral—Alvarado recibe un país peor al que estaba hace cuatro años. Sin duda la situación fiscal es la más alarmante de todas, pero tampoco su gobierno puede descuidar el aumento en la tasa de homicidios ni el hecho de que tenemos una tasa de desempleo que ronda el 10% desde hace una década, dijo Hidalgo.

Las valoraciones las dieron dichos expertos cuando se les consultó sobre tres desafíos clave para el nuevo mandatario.

La sombra fiscal

“Prometo lo que he prometido siempre, con inteligencia, con equilibrio y con fuerza: trabajar, trabajar y trabajar”, enfatizó el presidente Alvarado en su discurso inaugural.

El nuevo gobernante fue investido, a las 9:57 a.m., ante seis mandatarios de la región, una primer ministro y 108 delegaciones en un acto celebrado en la explanada de la Plaza de la Democracia bajo un fuerte sol matutino este martes.

El nubarrón  fiscal no estuvo ausente del mensaje presidencial. “Es necesaria la aprobación de un proyecto de ley en materia fiscal, como el que tienen en conocimiento las señoras y los señores diputados”, advirtió Alvarado.

“Nuestro gobierno se ha propuesto a llevar el déficit de su situación actual, en la que excede un 6.2% del PIB, a un 3% para cuando finalice el mandato. Lucharemos decididamente contra la evasión, contra el contrabando, contra la subfacturación, por reducir la informalidad”, afirmó el nuevo gobernante.

“Seremos rigurosos en el control del gasto público, impulsaremos la eficiencia de lo público, para lo cual entraremos a modernizar el Servicio Civil y dialogaremos para hacer efectivas reformas al empleo público”, previno.

Lo clave

Capacidad gerencial, visión, carácter, determinación y romper con privilegios serán clave en la gestión de Alvarado, estima el observador José Alberto Rodríguez.

1-Mostrar capacidad gerencial y de gestión

“Lograr que su equipo de trabajo, heterogéneo políticamente, más no tanto ideológicamente, actúe y trabaje de forma coordinada, con orientación a metas, propósitos y objetivos. No basta que en general tengan un buen curriculum (eso es una obligación), es necesario una gran capacidad gerencial y de gestión. Tiene que privar una visión de excelencia y capacidad”, dijo Rodríguez.

2-Levantar la confianza y la visión

“Tener muy claro y establecer una ruta crítica de trabajo, con tres vertientes: A. Lo que es básico de continuar y realizar en todos los sectores del Estado, o sea lo cotidiano que tiene que mejorar. B) lo trascendental y significativo, las grandes transformaciones en lo económico, educación, infraestructura, seguridad. Esto será posible si el presidente tiene mentalidad y decisión para ser un Estadista.  C. Levantar la confianza y la visión de futuro del costarricense, que la población piense en grande y no en premios de consolación. Esta dimensión intangible es fundamental, sufrimos una minusvalía mental, que la política y los políticos nos la han reforzado. Nuestras limitaciones están en nosotros mismos, la herencia fascista costarricense aún incide en hacernos creer que primero está el Estado y luego el individuo, somos una sociedad de seres humanos aislados, sin participación real en las decisiones del Estado, el 85% de los costarricenses no participan en nada de trascendencia social, somos una sociedad de micro burbujas, reducimos la democracia a un simple hecho, votar cada cuatro años; y luego, nos vemos dentro de cuatro años. Y por mientras, nuestro grito de guerra se reduce a “maje, es que manda huevo”, agregó el experto.

3-Carácter y determinación

“Hay que crear cambios significativos para generar una verdadera gobernabilidad. Esta sociedad esta atomizada, la mayoría de los que poseen no quieren ceder en sus beneficios, aunque sean mal habidos o de dádivas políticas, “derechos adquiridos” de altos beneficios para la nomenklatura Estatal, es una complicidad histórica de todos los partidos políticos. Se tiene que tener carácter y determinación, olvidarse de “quedar bien con todos”, y repudiar el mediocre principio de “hagámoslo a la tica”. El Estado tiene que ser modernizado, romper con los cotos privados de caza, creemos que con eufemismos, metalenguajes, poses y más poses, normas y prohibiciones, obstáculos para el que quiere invertir y otros, vamos a cambiar el sistema”, insistió Rodríguez.