Edgar Fonseca, editor/ Foto EFE, El Nuevo Diario, Managua
En medio de la convulsión que vive Nicaragua bajo una violenta oleada de protestas contra el régimen de Daniel Ortega, el gobierno de Costa Rica alzó su voz este domingo y pidió respeto a las “libertades civiles y los derechos humanos”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores advirtió en San José que el respeto a dichas libertades y derechos es “imperativo esencial para avanzar de manera constructiva en el desarrollo de la democracia”.
El régimen de Ortega vivió otro fin de semana de graves enfrentamientos en diferentes ciudades, particularmente en Masaya, con bloqueos, disturbios, decenas de heridos y saqueos. Al menos 45 personas han fallecido desde que se desataron los enfrentamientos el 18 de abril anterior.
“Quien en una situación como esta, de injusticia social y represión criminal, elige el camino de la pasividad y enarbola la bandera hipócrita de la imparcialidad política se vuelve cómplice del mal, de culturas corruptas y de un Estado genocida”, denunció en Managua el obispo auxiliar, Silvio Báez, en una misa oficiada en el seminario La Purísima.
El oficio religioso –destaca el diario La Prensa— se celebró horas después que la ciudad de Masaya, ubicada al oriente de Managua y de donde Báez es originario, fue atacada violentamente por turbas sandinistas, que desataron el terror y la muerte el sábado entre la ciudadanía.
Costa Rica lamenta
“Costa Rica se solidariza con el hermano pueblo de Nicaragua y lamenta que los actuales acontecimientos generen la pérdida de vidas humanas y se lesionen aspectos fundamentales relacionados con la dignidad y seguridad física de las personas”, destacó Relaciones Exteriores en San José.
“Costa Rica –agregó la cancillería tica– observa con atención el desarrollo de los hechos internos en Nicaragua y manifiesta su interés en que los esfuerzos promovidos por la Conferencia Episcopal de Nicaragua, mediadora y testigo del diálogo entre el gobierno y los grupos de oposición, abran los espacios necesarios para el entendimiento”.
La diplomacia costarricense también respaldó el diálogo como el mecanismo para la solución pacífica que permita el retorno a la paz y la tranquilidad del pueblo nicaragüense, y ve con beneplácito que la Conferencia Episcopal sea garante de este proceso.
“Nuestro país tiene como principio rector de su política exterior el respeto a las libertades civiles y los derechos humanos como imperativo esencial para avanzar de manera constructiva en el desarrollo de la democracia”, enfatizó Relaciones Exteriores.