Edgar Fonseca, editor
El escándalo del “cementazo” que estalló en la cúpula de asesores clave del presidente saliente Luis Guillermo Solís y sacudió durante meses al país solo fue mencionado en el discurso escrito final del cuatrienio del mandatario y no con la contundencia que esperaba el sector empresarial.
“Extrañamos mayor contundencia de parte del presidente con los temas relacionados con la importación de cemento chino, el otorgamiento de un préstamo millonario y el posible tráfico de influencias, que hizo tambalear a los tres poderes de la República”, destacó Gonzalo Delgado Ramírez, presidente de la Unión de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (UCCAEP).
Solís no mencionó el escándalo ante el plenario y en la versión escrita sostuvo que “no recibió dádiva alguna, ni participó en, ni autorizó la realización de, ninguna actividad ilegal orientada a beneficiar a ningún empresario involucrado”.
Solís habló de “aviesos intentos”
La mención al escándalo aparece en tres párrafos en la página 62 del discurso que aparece en el sitio web de la Presidencia. Solís cita el caso “con dolor” y sostiene que su gobierno facilitó la colaboración requerida por las autoridades judiciales y la Fiscalía.
Solís citó su comparecencia ante la comisión investigadora de la Asamblea Legislativa donde explicó “detalladamente las razones comerciales” que mediaron en la decisión de su gobierno de romper el duopolio de la industria del cemento que desencadenó el escándalo con el empresario Juan Carlos Bolaños, y otros seis ejecutivos del Banco de Costa Rica, presos.
“Y me manifesté rotundamente opuesto a los aviesos intentos de algunos medios de comunicación y de partidos políticos de involucrarme en una trama espuria, por medio de titulares tendenciosos carentes de todo fundamento real”.
Para Gonzalo Delgado, jerarca de UCCAEP, esas referencias no fueron lo suficientemente contundentes que esperaban del gobernante.
Otras conclusiones desde el sector empresarial tras el mensaje presidencial dado ante los diputados este lunes:
- Extrañamos que el informe presidencial no mencionara la situación sobre las tarifas eléctricas del sector productivo. El sector privado, ha reiterado la necesidad de rebajar la tarifa que pagan las empresas instaladas en el país.
- En relación con el déficit fiscal, lamentablemente en este informe no hizo referencia al tema de empleo público, pues hemos insistido en señalar que es poco responsable pretender resolver la situación fiscal, únicamente enfocándose en aumentar impuestos a quienes ya los pagan; es urgente poner orden en el gasto público.
- En cuando a las negociaciones relacionadas con la reducción de las convenciones colectivas, es urgente no olvidar que se siguen pagando privilegios para muchos.
- En materia de infraestructura, si bien coincidimos en que el proyecto de reforma o transformación del Consejo Nacional de Vialidad al Instituto Nacional de Infraestructura Vial (INIV), debe impulsarse, la actual administración no logró concretar su promesa de campaña, de cerrar o transformar el CONAVI.
-¿Hizo algo bien?
- Avances en la reducción de la pobreza y el manejo de las emergencias ocasionadas por el Huracán Otto y la Tormenta Nate, que se detallan en el último informe del presidente Luis Guillermo Solís.
- El manejo de la inflación y el crecimiento moderado del país, así como el impulso al sector turístico; el que se terminara de construir el Centro de Convenciones y la llegada de más líneas áreas a los aeropuertos.
- Si bien se dieron avances en materia de empleo con los acuerdos para reducir la informalidad, las cifras a nivel nacional continúan siendo desalentadoras. Un país como Costa Rica, debería de crear más y mejores fuentes de trabajo, y para eso se requiere de modernizar el INA, un trabajo que dejó pendiente la administración Solís Rivera, así como promulgar leyes a favor del teletrabajo, la formación dual y las jornadas laborales flexibles.
