Edgar Fonseca, editor
El ICE negó que haya mayor gravedad en la fractura del macizo rocoso de la megarepresa hidroeléctrica Reventazón en La Alegría de Siquirres, cuya operación está suspendida desde agosto anterior para obras de emergencia a raíz del daño detectado.
“No existe una condición de gravedad asociada a este hecho, como lo afirmó La Nación. La condición imprevisible está controlada y no representa riesgo para las poblaciones aledañas o las obras que conforman la planta”, sostuvo la entidad.
No obstante reconoció que en razón de las obras de emergencia, que llevaron a reducir el embalse, constataron “una mayor longitud en la fractura que provocaba infiltraciones en el sitio”.
“El viernes 11 de mayo comunicó a la opinión pública la ampliación de la intervención que realiza en el macizo rocoso bajo el vertedero de excedencias de Reventazón, con el fin de garantizar la correcta operación de la planta en el largo plazo. Esta decisión se tomó cuando, una vez reducido el embalse, se constató una mayor longitud en la fractura que provocaba infiltraciones en el sitio”, ratifica la institución.
“Desde el momento en que se detectó la condición imprevisible en el macizo rocoso, el ICE ha informado de forma oportuna y trasparente a los medios de comunicación y a la población en general, las acciones que ha realizado y actualmente lleva a cabo para garantizar la seguridad de las comunidades, las estructuras y la vida útil de la planta”, se ratificó oficialmente.
En agosto 2017, el ICE anunció que: “inició el reforzamiento de inyecciones en la margen izquierda del Vertedero de Excedencias de la Planta Hidroeléctrica Reventazón, para mejorar la impermeabilización del medio, como parte de las acciones a implementar después de que se detectara la existencia de infiltraciones en el macizo”.
La megarepresa Reventazón inició operaciones en agosto 2016 tras una inversión estimada en $1.400 millones a lo largo de seis años.
Obras con planta operando
El ICE confirmó que algunos de los trabajos de emergencia que realizan los desarrollarán con la planta operando, la cual esperan poner a funcionar normalmente a mediados de junio, tras casi 10 meses de paralización.
Según la versión oficial, proyectaron inicialmente que, para construir la losa de concreto y colocar los pilotes secantes, trabajos que se ejecutan en el canal del vertedero (zona inundada por el embalse), la planta estaría fuera de operación durante tres meses.
La colocación de los anclajes activos, ejecutada por la empresa Rodio Swissboring, que se proyecta finalice en agosto de 2018, se lleva a cabo en el vertedero de excedencias y puede desarrollarse con la planta operando, agregó el informe institucional.
El ICE también insiste en aclarar que el BID no indicó que las obras de Reventazón estuvieran construidas en una “zona de muy alto riesgo de deslizamientos y con movimientos de masa activos”.