PuroPeriodismo.com/ Fotos Seguridad Pública
Con la llegada a las aguas de la isla del Coco de la recién donada patrullera Juan Rafael Mora, el país recobra plena vigilancia en esa lejana porción insular del Pacífico sur.
Y dice presente en la persecución de la pesca ilegal en la vasta región marítima continental, anunciaron las autoridades.
La patrullera, donada como parte de un cuantioso paquete de asistencia de EE.UU., llegó a la isla a primera hora del viernes anterior en una de sus primeras misiones tras arribar a aguas nacionales luego de un periodo de tres meses de adiestramiento de su tripulación en Baltimore.
El arribo de la nave,tras un viaje que partió de puerto Caldera,fue confirmado por el comisario Martín Arias, director del Servicio Nacional de Guardacostas
“Después de cuatro años de no poder ir a la isla del Coco, a las áreas donde está la pesca de atún y los montes submarinos hoy a las seis de la mañana llegó nuestra primer patrullera”, destacó el oficial Arias.
Advertencia a los ilegales
Arias advirtió a quienes pescan de manera ilegal en la zona que serán perseguidos.
“Guardacostas tiene la capacidad para llegar hasta esos sitios y se nos los encontramos, los vamos a detener y los traeremos a tierra firme para que enfrenten los procesos penales que correspondan”, previno Arias.
Geiner Golfín Duarte, administrador del Área Marina Montes Submarinos del Minae, aplaudió la llegada de la patrulla de guardacostas a la isla.
Es un recurso que facilitará la labor de conservación efectuado por el personal a su cargo en este sitio patrimonio de la humanidad, en lo que constituye la última frontera de Costa Rica, enfatizó.
Tras su arribo, los oficiales del Guardacostas y el Minae realizaron una primera intervención, al retirar de las aguas cercanas un dispositivo denominado “plantado”, el cual es un agregador de peces.
Tal dispositivo estaba a la deriva cerca de Punta María en la Bahía Pan de Azúcar, por lo cual los peces que tenía atrapados fueron liberados y la red retirada del agua, confirmaron las autoridades