PuroPeriodismo.com, Edgar Fonseca, editor/ Foto diario La Prensa, Managua
El pasado domingo, un paramilitar orteguista le puso la punta de un fusil AK y le dijo: “Te voy a matar”, él respondió: “Mátenme pues. No les tengo miedo”. Esto es lo que vivió el sacerdote de Ciudad Darío, Matagalpa, Nicaragua, informa el diario La Prensa de Managua.
El sacerdote Vicente Martínez Bermúdez, de 34 años y párroco de la Iglesia católica Santa Lucía –relata dicho medio– nunca había tenido un arma de fuego tan cerca como el pasado domingo. La tarde de ese día, un paramilitar orteguista le puso la punta de un fusil AK en la sien derecha y le aseguró: “Te voy a matar”.
Martínez no se acobardó y le respondió: “Mátenme pues. No les tengo miedo”. Sin embargo, el sacerdote sí tuvo miedo, pero fue hasta después, en su iglesia y rodeado de su gente. “Nadie quiere morir”, comenta.
De estatura mediana, delgado y con el pelo chirizo, Martínez fue ordenado sacerdote, en noviembre de 2012, por monseñor Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa. Desde hace cinco años se hizo cargo de la iglesia Santa Lucía.
El cura fue retenido en el kilómetro 90, en la entrada a Ciudad Darío. “Son una fiera herida (turbas sandinistas), andan como locos. El problema es que dicen que son los dueños del pueblo y por lo tanto hacen lo que quieren”, afirma Martínez, para quien en Nicaragua vive “un pueblo intimidado y violentado”.