PuroPeriodismo.com/Foto El Mundo, Madrid
Las primeras imágenes de los menores rescatados de la cueva tailandesa inundada hablan por sí solas. Sentados sobre las camas de una habitación amplia y luminosa del hospital de Chiang Rai, los chicos -en pijama blanco y con mascarilla- no paran de saludar y hacer el signo de la victoria. Al otro lado del cristal les responden sus familiares, que también gesticulan febrilmente sin poder contener sus emociones, informa el diario El Mundo de Madrid.
Según dicho medio, se han ido conociendo nuevos detalles sobre la angustiosa operación de rescate que mantuvo durante tres días en vilo a medio mundo. El más llamativo de todos, que los menores fueron sedados para su extracción. “Algunos de ellos estaban dormidos, otros movían los dedos (como si estuvieran) grogui. Pero respiraban”, detalló el comandante Chaiyananta Peeranarong, el último rescatista que salió de la gruta tras sacar a los niños, a la agencia France Press. El motivo para hacerlo fue evitar que los pequeños, que nunca antes habían buceado, entraran en pánico durante el trayecto por las aguas oscuras, algo que podía poner en peligro su vida y la de los rescatistas.
Debido a ese estado de semiconsciencia, los jóvenes y su entrenador -que vestían traje de neopreno y llevaban una máscara de rostro completo para respirar- tuvieron que ser trasladados en camilla durante gran parte de la ruta de salida, como mostró un vídeo publicado más tarde por los propios SEAL de la Marina tailandesa, agrega el diario.