PuroPeriodismo.com/ Foto La Prensa, Ciudad Panamá
El expresidente Ricardo Martinelli de Panamá pidió a las autoridades penitenciarias que le asignen una empleada doméstica en la prisión El Renacer donde está detenido tras ser extraditado desde EE.UU. bajo cargos de espionaje y peculado, informa el diario La Prensa de ese país.
Martinelli –detalla el diario– empezó a gestionar ante el Sistema Penitenciario algunas facilidades para ponerse cómodo durante el tiempo que pase detenido en El Renacer, luego de que le fue negada una medida cautelar alterna a la detención.
Pero Martinelli tiene una extravagante petición: una empleada doméstica, que se encargue de asear todos los días, durante dos horas, la casa donde está recluido. La petición, dice su abogada Holanda Polo, se basa en el reglamento del Sistema Penitenciario, en lo que atañe a las visitas de los reos.
A través de su abogada, Martinelli solicitó el 21 de junio pasado algunas facilidades –una de ellas inédita– que reposarían en la casa –o celda– que forma parte del reclusorio y donde habitaría durante el tiempo que le reste bajo detención.
Polo –que habitualmente aparece junto a Martinelli en las audiencias en la Corte Suprema de Justicia– pidió permiso, con carácter de urgencia, para introducir varios artículos al penal, que se sumarían a otros que ya ha recibido el exgobernante, como el microondas cuya llegada fue televisada desde El Renacer. Pero, esta vez, la lista abarca más.
TV por cable, computadora, extractor de humedad
Martinelli –amplía La Prensa– solicitó un tanque para almacenar agua más grande que el que tiene ahora, que sería “donado” cuando abandone el penal. Martinelli también pidió un calentador de agua.
Su lista no incluye libros, como los que ha estado llevando a las audiencias, pero sí un televisor de 45 pulgadas, por el cual verá la programación pagada del servicio de cable, que también ha pedido contratar para él. Además, equipos para escuchar música y un reproductor de blue ray (formato parecido a los DVD).
Las peticiones continúan: un mueble y persianas de madera para sus ventanas, a fin de que el resplandor solar no lo moleste.
Además, quiere un extractor de humedad, así como una computadora, aunque se desconoce si esta tendría acceso a internet.
Pero Martinelli tiene una extravagante petición: una empleada doméstica, que se encargue de asear todos los días, durante dos horas, la casa donde está recluido. La petición, dice Polo, se basa en el reglamento del Sistema Penitenciario, en lo que atañe a las visitas de los reos.
Ese artículo habla de las visitas regulares, conyugales y familiares, así como de sus abogados, funcionarios del Órgano Judicial, defensoría de oficio, Ministerio Público, sacerdotes, representantes diplomáticos, Defensoría del Pueblo y “profesionales llamados por el interno”.
Es decir, Martinelli ha solicitado a una “profesional” en asuntos domésticos para encargarse del aseo de la residencia.
Ver diario La Prensa, Ciudad Panamá