Fernando Herrero, exministro de Hacienda
Otra vez el gobierno amenaza con no cumplir obligaciones fundamentales. Ahora: no transferir a Fodesaf.
Al final de la administración pasada, Solís amenazó con no pagar salarios y no atender el servicio de la deuda. Fue un acto irresponsable, propio de la era de la posverdad. Buscaba asustarnos y promover así una reforma fiscal que nunca tomó en serio. Así lo reconocieron todos los especialistas en ese momento.
Hoy, nuevamente, el gobierno recurre a ese método (comprendo que don Carlos no es especialista en esto y que probablemente está mal informado). Ahora, la Tesorería Nacional deja de girar a Fodesaf y amenaza con que no tiene para aguinaldos ni para salarios al final del año. Eso no es cierto: refleja las prioridades del gobierno, no la disponibilidad de recursos. Lo que están haciendo es desviar los recursos fijados por ley para Fodesar hacia otros usos que consideran más importantes. Revelan así cuáles son sus prioridades.
Su obligación , sin embargo, es conseguir los recursos que necesitan para los otros usos, con ahorros en otras partes o con deuda en el mercado financiero.
Pero claro, en lugar de ello dejan de girar y nos amenazan. De lo que se trata es de asustarnos y de que aprobemos el aumento de impuestos ojalá sin discutir, sin participación ciudadana.
Esto muestra también por qué no se le puede dar carta blanca a Hacienda para que defina qué y cuándo recorta. No tiene buen criterio para hacerlo. Por eso destinos específicos como Fodesaf deben mantenerse. Deben ser una prioridad absoluta en nuestro país.
