Edgar Fonseca, editor
Los casos de supuestos abusos sexuales por parte de sacerdotes contra menores en el país golpean a la iglesia costarricense, reconoció el obispo de San Carlos, José Manuel Garita.
Instó a menores afectados y a sus padres a denunciar hechos de esos tan pronto se conozcan.
“A los niños les digo que se sientan en confianza de hablar en sus familias, con sus más cercanos amigos y con otros pastores, si por desgracia sienten que algún sacerdote ha abusado de ellos”, afirmó.
“A los padres de familia, responsables de los niños, amigos, les pido estar alerta ante cualquier cambio en la forma de comportamiento de ellos para que detectemos a tiempo cualquier forma de abuso. Solo así, podremos atacar este mal y denunciar a tiempo cualquier bajeza contra nuestros niños”, insistió el prelado.
“Las noticias que nos llegan de diversos países del mundo, y las noticias que también golpean a la Iglesia costarricense por los hechos del pasado o más recientes, sobre abusos sexuales contra menores de edad, hieren el corazón de Jesús”, dijo Garita en un artículo titulado Nunca jamás el abuso contra los niños, que circuló en las redes sociales.
La posición del obispo Garita trasciende menos de una semana después que trascendiera que la iglesia suspendió a un sacerdote de apellido Víquez por supuestos abusos cometidos contra tres hombres cuando eran menores.
Los hechos fueron considerados como “graves” por la Curia Metropolitana de San José a la que pertenece el religioso investigado.
Su comentario coincide con controversiales informes que sacuden a la iglesia en EE.UU. por centenares de casos de supuestos abusos contra menores encubiertos a lo largo de décadas.
En su reciente gira a Irlanda, el Papa Francisco pidió perdón, también, por múltiples casos de ese tipo denunciados en la iglesia de dicha nación europea de mayoría católica.
Nada más lejano del mandato
“Con dolor, tristeza y angustia afrontamos los pastores de la Iglesia los abusos sexuales cometidos contra menores de edad por parte de sacerdotes. Nada más lejano del mandato de Jesucristo para sus ministros sagrados”, dijo Garita.
“Basta de cualquier forma del maltrato hacia las personas. Pero más aún, de cualquier forma de maltrato hacia los más débiles que son los menores de edad. No me canso de repetir una y otra vez que los niños son los preferidos de Jesús, y cualquier acción de maldad contra ellos, es una acción de maldad contra Jesús”, afirmó.
“Mirando hacia el pasado nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado. Mirando hacia el futuro nunca será poco todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse”, decía el Papa Francisco, en su más reciente carta, sobre este delicado y doloroso tema que hiere a la Iglesia y el corazón de cada uno de nosotros sus pastores”, agregó.
Casos que escandalizan
“En nuestra debilidad humana también, solo debemos pedir la gracia del Señor para que nos ayude a afrontar con decisión y valentía cada uno de estos casos que escandalizan a su Iglesia”, expresó Garita quien fungió como Canciller de la Curia Metropolitana.
“Pedir perdón no basta. Nuestra lucha debe ser permanente para que la Iglesia sea una casa segura para todos, más aún para los niños y personas vulnerables”, advirtió.
“Como dijo el Papa Francisco, nunca será suficiente. Por eso debemos trabajar más arduamente por ser el rostro misericordioso de Jesucristo en nuestra Iglesia. Nosotros, pastores del pueblo de Dios, debemos esforzarnos más, orar más, procurar la mejor formación de seminaristas y sacerdotes, y asumir todos una consciencia cada vez más fuerte para ser una Iglesia que sea imagen fiel de Jesucristo”, puntualizó.