Edgar Fonseca, editor
Una prueba forense de saliva hallada en senos del cuerpo de la turista española Arantxa Gutiérrez López, de 31 años, muerta en un asalto en un sendero de Barra del Tortuguero, vincula al único supuesto sospechoso del hecho de apellido Díaz, reveló este lunes Walter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
“La resolución del caso dependía de gran manera sobre los fluidos biológicos y los exámenes de la persona asesinada”, sostuvo Espinoza.
“Tenemos un dato preliminar, como consecuencia de la autopsia, se lograron dar con rastros de saliva en los dos senos de la víctima”, dijo el máximo jerarca policial judicial en conferencia de prensa.
“Esa saliva es sometida a comparación con pruebas del imputado y el resultado inicial es que hay coincidencia entre la saliva en las mamas y el ADN del Diaz”, confirmó Espinoza en momentos en que llegaban al país agentes investigadores españoles para sumarse a las pesquisas del caso que ha generado gran repercusión en España.
Gutiérrez, una fisioterapeuta de San Fernando de Henares, Madrid, llegó al país el 1 de agosto para pasar unas vacaciones de 10 días junto a su compañero sentimental, Miguel Ángel Escribano Ortega, y otros 10 turistas españoles.
Viajaron a Barra del Tortuguero, Limón, y la mañana del sábado tres de agosto, ella salió sola a trotar por senderos cercanos.
Al no regresar pronto, Escribano dio la alerta a funcionarios del hotel, la buscaron y la hallaron sin vida con señas de estrangulación y abuso sexual.
Horas después del suceso fue detenido en las cercanías el único sospechoso, un nicaragüense de apellido Díaz, en condición migratoria irregular. Fue dejado en libertad por falta inicial de pruebas pero quedó a la orden de autoridades migratorias.
Este caso y la muerte la madrugada siguiente de otra turista, la joven mexicana María Matus, de 25 años, en playa Carmen, Cubano, Puntarenas, encendieron máxima alerta entre autoridades sobre la protección a turistas.
Este lunes trascendió otra supuesta agresión sexual a otra turista alemana en Barra del Tortuguero. El caso está bajo investigación.
Volcada al cuido de pacientes con males neurológicos
Un perfil de Arantxa Gutiérrez del diario El País de Madrid destaca que sus conocidos la recuerdan como una fisioterapeuta volcada al cuido de pacientes con males neurológicos.
Arancha estaba terminando un máster de osteopatía y había hecho varios cursos para especializarse, sobre todo en enfermedades neurológicas, enfermedades poco conocidas y en el cuidado de personas mayores. También impartió clases de pilates, le gustaba la meditación y le obsesionaban el deporte y la vida saludable. De hecho, el día en que la asesinaron había salido a correr temprano. “Lo que le ha pasado es muy injusto y genera mucha rabia, pero debemos olvidar y pensar en cómo ella querría que reaccionáramos y olvidar”, comenta una conocida próxima a Arancha, cita El País.
