Edgar Fonseca, editor/Imagen ilustrativa
Un sacerdote de apellido Víquez fue suspendido de su ministerio religioso tras ser denunciado por tres personas por supuestamente haber incurrido en abusos sexuales contra ellas, informó la Curia Metropolitana de San José.
La Curia calificó la denuncia recibida como alusiva a “delitos graves contra menores de edad”.
Al sacerdote le impusieron “medidas cautelares” por lo que no puede ejercer su misión.
El Arzobispo de San José, Monseñor José Rafael Quirós, ordenó la inmediata investigación de las denuncias interpuestas por tres hombres, hoy adultos. El primero formuló su denuncia el 15 de mayo anterior, consignó un comunicado del canciller de la Curia Pero. Rafael Angel Sandí.
“Los denunciantes afirman haber sido abusados sexualmente por el sacerdote cuando tenían entre trece y dieciséis años, en las comunidades parroquiales en que el denunciado ejercio su ministerio sacerdotal”, agregó el comunicado oficial de la Curia.
“La Arquidiócesis de San José reafirma su compromiso con la lucha contra el abuso sexuales y nos solidarizamos con las víctimas de estos graves delitos e injusticias cometidas”, añadió la versión eclesial.
“Exhortamos a toda persona, en particular afectados, àdres de familia o encargados de situaciones similares a que presenten su denuncia en la Cancillería de la Curia Metropolitana”, enfatizó la posición institucional de la iglesia.
Este caso trasciende en momentos en que un mayúsculo escándalo sacude a la iglesia en EE.UU. donde fueron revelados supuestos abusos masivos de menores, lo que el Papa Francisco calificó como “atrocidades”.
La Iglesia de Estados Unidos se encuentra en estado de shock. El 20 de junio se hicieron públicas acusaciones de abuso sexual que pesan contra el excardenal Theodore McCarrick, de 88 años de edad, que fuera arzobispo de Washington entre los años 2001 y 2006, destaca un informe del sitio Zenit desde el Vaticano.
Dichos abusos se habrían producido en su tiempo como sacerdote en la Arquidiócesis de Nueva York. Posteriormente se sumaron otras acusaciones de cuando McCarrick era obispo de la diócesis de Metuchen y arzobispo de Newark, ambas en el estado de Nueva Jersey. Las acusaciones fueron consideradas creíbles y fundamentadas por el Consejo Arquidiocesano de Revisión en Nueva York, bajo la autoridad del Cardenal Timothy Dolan.