Edgar Fonseca, editor/Foto Confidencial, Managua
Costa Rica denunció este lunes en la ONU la represión del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua contra sus opositores, que, según fuentes independientes, suma desde abril al menos 500 muertes, centenares de presos políticos y un estado incesante de persecución y amedrentamiento.
La denuncia la hizo la Vicepresidenta y Canciller, Epsy Campbell, ante la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Campbell tuvo una cita bilateral con Bachelet, en el marco de la 73a Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, en Nueva York.
* El domingo tropas policiales y paramilitares barrieron sangre y fuego en Managua una manifestación por los presos políticos con al menos un muerto siete heridos. Ver Confidencial
Represión en marcha
“Existe una erosión de los contrapesos democráticos y se ha puesto en marcha un aparato represivo tanto a nivel judicial y parapolicial”, enfatizó Campbell.
“Nos preocupa la situación humanitaria y de gobernabilidad en Nicaragua, que ha cobrado centenares de muertes, desde abril”, agregó.
La jerarca de la diplomacia costarricense ratificó ante Bachelet su preocupación por la crisis que vive Nicaragua y las consecuencias que empiezan a notarse en la región centroamericana.
País ingobernable
Campbell advirtió la urgencia de retomar el diálogo en Nicaragua y la necesidad de encontrar soluciones democráticas para el conflicto. Además, ambas conversaron sobre los pueblos indígenas y los derechos de la población LGTBI.
“Nos preocupa la situación humanitaria y de gobernabilidad en Nicaragua, que ha cobrado centenares de muertes, desde abril. Existe una erosión de los contrapesos democráticos y se ha puesto en marcha un aparato represivo tanto a nivel judicial y parapolicial”, insistió Campbell.
Igualmente, denunció la expulsión del grupo de trabajo de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, así como su esperanza para que en el corto plazo puedan reiniciar funciones en ese país.
Costa Rica ha denunciado tanto en las Naciones Unidas, como en la Organización de Estados Americanos (OEA) y otros foros internacionales, su preocupación por el recrudecimiento de la violencia y el uso desproporcionado de la fuerza en Nicaragua, destacó Relaciones Exteriores.