Edgar Fonseca, editor/Foto Twitter
Turbas de extremistas intentaron irrumpir por la fuerza ayer avanzada la tarde en el edificio de la Asamblea Legislativa pero fueron repelidos por la policía.
Los incidentes se suscitaron al finalizar la marcha de miles de huelguistas por la capital contra el plan de reforma fiscal.
Horas después de estos sucesos, el Presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada, demandó el cese de sabotajes y acciones violentas, como lo ocurrido frente al edificio legislativo, en medio de la huelga indefinida decretada por dirigentes sindicales del sector público.
Los hechos se dieron al rematar la marcha de miles de huelguistas por el centro de la capital cuando hubo brotes de violencia por parte de revoltosos en las inmediaciones del congreso. Incluso las turbas trataron de penetrar de forma violenta al edificio parlamentario.
Los agitadores, algunos con sus rostros cubiertos, insultaron y se mostraron amenazantes contra las fuerzas policiales apostadas alrededor del edificio legislativo.
Cuando intentaron irrumpir, las autoridades se emplearon fondo.
La sesión legislativa de ayer se dio bajo máxima seguridad de los diputados, con la barra del público cerrada.
El presidente Alvarado censuró anoche dichas acciones y ratificó que está dispuesto a dialogar con los líderes gremiales pero deben cesar el estado de huelga.
“El gobierno de la República sigue abierto al diálogo y lo hará cuando cese la huelga e impere un clima de paz”, advirtió.
La policía intervino, también, antenoche y la madrugada de ayer en las afueras de las instalaciones de RECOPE, Moín, Limón, donde manifestantes realizaron bloqueos y otros actos de vandalismo como el saqueo de un Maxi Pali, atribuido a delincuentes. Hubo al menos 18 detenidos.
La Presidencia denunció que detectaron actos de sabotaje contra los conductos de gas GLP en dichas plantas. Las autoridades sospechan que fueron ejecutados por empleados autorizados y hubo al menos un sospechoso preso por estas acciones. Otros dos escaparon de las autoridades, confirmaron fuentes oficiales.
- Gobierno garantiza servicio de gas GLP tras sabotaje en Moín
- Preso empleado de RECOPE sospechoso de sabotaje en plantas de gas
Detenciones de revoltosos
El comisionado Daniel Calderón, director de la Fuerza Pública, confirmó que hubo seis detenidos tras los incidentes de ayer cerca de la Asamblea Legislativa.
“Como resultado del trabajo de vigilancia y seguridad en las manifestaciones de esta tarde, la Fuerza Pública aprehendió a seis personas, dos de las cuales serán trasladadas al Ministerio Público por los posibles delitos de amenazas y resistencia a la autoridad”, dijo Calderón en un tuit.
El país permanecía sin reportes de mayores incidentes anoche, salvo una escaramuza con universitarios que bloquearon momentáneamente el paso por la vía principal en San Pedro de Montes de Oca y fueron desalojados por las autoridades.
Deplorables acciones de violencia
Tras la marcha por la capital, grupos de revoltosos arremetieron contra policías que custodiaban el edificio legislativo e intentaron penetrar a la fuerza. Hubo al menos un oficial lesionado.
El presidente Alvarado calificó tales acciones como deplorables y distantes de la tradición costarricense.
Denunció que el sabotaje de bienes públicos para tratar de impedir que llegue el gas a la cocinas de los hogares o a los hospitales, la retención de un tren público afectando a sus pasajeros, la agresión de oficiales de la fuerza pública o a miembros de la prensa, no es la Costa Rica que quieren los costarricenses.
La historia nacional ha estado marcada por el diálogo amplio y no de violencia, advirtió.
Afirmó que el Gobierno no tolerará acciones vandálicas y castigará a los responsables de estos hechos con el rigor de la ley.
Insistido que las puertas de la Presidencia están abiertas para el diálogo respetuoso pero bajo un clima de paz cuando cese el movimiento huelguístico, sostuvo el gobernante.
“En una democracia consolidada como Costa Rica, podemos tener discrepancias, como es normal y sano, lo que no debemos es estirar las tensiones al punto de desgarrar nuestra hermandad nacional”, dijo.
Ratificó su disposición a dialogar con los dirigentes si deponen la huelga.
“La disposición al diálogo sigue estando presente, la puerta sigue abierta, la mesa está a la espera. Pero soy claro en que deben cesar las acciones que comprometan la tranquilidad de las familias y las personas trabajadoras. El gobierno de la República sigue abierto al diálogo y lo hará cuando cese la huelga e impere un clima de paz”, concluyó.