- 16 detenidos, decomisan más de seis toneladas de cocaína y desarticulan organización de narcos holandeses que operaban en España con cargamentos camuflados en contenedores de banano enviados desde Costa Rica, informó la Guardia Civil en Madrid
Edgar F0nseca, editor/Fotos Guardia Civil, España
Una poderosa red de narcos holandeses fue desarticulada por la Guardia Civil de España que los liga a cargamentos de cocaína camuflados en contenedores de banano que enviaban desde una empresa en Costa Rica, trascendió oficialmente en Madrid.
Las autoridades españolas confirmaron que se incautaron de seis toneladas de cocaína como parte de la investigación que se prolongó un año.
La droga decomisada, valorada en $1.150 millones en el mercado negro, partió en un cargamento desde Puerto Limón con destino al puerto Setúbal, Portugal, afirmó el diario El País en Madrid.
Hay 16 detenidos y realizaron 20 registros en los que se han intervenido 300.000 euros en efectivo, armas de fuego, vehículos de alta gama y abundante documentación, anunció la Guardia Civil de España.
Los arrestados –consignó el informe oficial– ocultaban sus actividades de narcotráfico en una empresa dedicada a la importación de grandes cantidades de fruta procedente de Costa Rica.
No hay reacción oficial de autoridades locales sobre este caso.
La organización –agregó dicha versión– estaría consolidando una potente infraestructura destinada a recibir en España importantes partidas de cocaína, pudiendo tener en la provincia de Badajoz el lugar para la recepción de la droga y su posterior envío haciendo uso de empresas de transporte adquiridas recientemente.
Los contenedores que transportaban la cocaína entre la carga legal declarada llegaban hasta el puerto de Setúbal (Portugal), desde donde se trasladaban posteriormente hasta España. Por ese motivo, la colaboración de las autoridades policiales y aduaneras de Portugal y Estados Unidos ha sido esencial, a través de la Unidad Nacional de Combate contra el Tráfico de Estupefacientes de la Policía Judiciaria de la República de Portugal (UNCTE) y de la agencia de seguridad norteamericana Homeland Security Investigations (HSI), detalló la Guardia Civil española. No mencionó ninguna coordinación con autoridades de Costa Rica.
- El Ministro de Seguridad, Michael Soto, confirmó en San José que fueron enterados por las autoridades españolas de la gigantesca incautación. Dijo que el contenedor detectado con la droga partió de puerto Limón aunque iba en tránsito. Afirmó que rastrean los nexos de la red en el país. Calificó de “abrumadora” la cantidad de cocaína decomisada y dijo que ello evidencia la sobreproducción que hay en Suramérica. En lo que va del año han sido incautadas 28 toneladas en el país.
Movieron hasta 70 contenedores
Según el informe español, la organización llegó a importar unos 70 contenedores conteniendo fruta, tratando de alcanzar un historial que indicara a los agentes aduaneros una sólida posición y volumen de negocio, circunstancia que ha supuesto una extraordinaria complejidad a la hora de discernir y discriminar en qué cargamento pudiera venir oculta la sustancia estupefaciente. A pesar de las dificultades, una minuciosa labor de investigación ha permitido a los agentes detectar y localizar toda la infraestructura de los investigados, así como el momento en el que iban a finalizar con éxito la introducción de una cantidad inédita en este tipo de investigaciones.
Tras un seguimiento de casi un año, agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional detuvierondurante la madrugada del pasado martes en Málaga a 16 personas y se incautaban de 6.310 kilogramos de cocaína, así como 300.000 euros en efectivo, varias armas de fuego y vehículos de alta gama. Es uno de los mayores alijos de esta droga jamás aprehendidos en tierra en Europa y cuyo valor en el mercado podría haber superado los mil millones de euros, destacó el diario El País en Madrid.
La camuflaban en cargamentos de bananos
La policía española ratificó que decomisaron seis toneladas de cocaína en Málaga que llegaron camuflados con cargamentos de banano.
Agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional decomisaron más de seis toneladas de cocaína en un polígono industrial de Málaga. La droga había llegado a nuestro país oculta en un cargamento de bananas. Además, en la operación han sido detenidas 16 personas -15 en Málaga y 1 en Badajoz- y se ha logrado desarticular una organización de narcotraficantes liderada por conocidos criminales holandeses asentados en la Costa del Sol, principalmente en Benalmádena. Se han realizado 19 registros en la provincia de Málaga y uno en Badajoz, agregó el informe oficial.
Los arrestados presuntamente formaban parte de una organización criminal especializada en introducir en España y Holanda grandes cantidades de clorhidrato de cocaína. Estos, además, habían sido investigados en su país de origen en numerosas ocasiones, siendo considerados algunos de ellos como objetivos prioritarios por las autoridades policiales de Países Bajos.
Los investigadores españoles contaron con la colaboración de la Unidad Nacional de Combate contra el Tráfico de Estupefacientes de la Policía Judiciaria de Portugal y la agencia de seguridad norteamericana Homeland Security Investigations.
Potente red criminal
La policía española sostiene que desde el inicio de las indagaciones, las conductas observadas en los miembros de la organización revelaron actividades exclusivamente compatibles con las actividades de narcotráfico investigadas. Así, fue posible verificar la ausencia de actividad laboral y el alto nivel de vida que tenían por todos ellos, incluyendo la disponibilidad de bienes inmuebles de elevado valor.
Se llegó a la conclusión de que el grupo investigado se encargaba tanto de distribuir e introducir en España grandes cantidades de clorhidrato de cocaína, como de facilitar a otros grupos la logística necesaria para introducir en puertos holandeses, portugueses y españoles contenedores cargados con este estupefaciente, agrega el informe.
La actividad investigadora –cita el informe de las autoridades ibéricas– desveló que los detenidos no ejercían actividad laboral o mercantil legal aparentemente regular. Además, casi todos cuentan con antecedentes por delitos graves y mantenían contactos con otros grupos de narcotraficantes, habiendo estado encartados en investigaciones policiales por estar relacionados de diferente manera con el crimen organizado. Asimismo, se averiguó que disponían en Badajoz y Málaga de la infraestructura necesaria para el transporte y almacenamiento de mercancías, infraestructura que era utilizada para el transporte de grandes cantidades de sustancias estupefaciente.
La reciente adquisición de las empresas dedicadas al transporte, junto a los reiterados viajes a Badajoz, hicieron sospechar a los investigadores que la organización estaría consolidando una potente infraestructura destinada a recibir en España importantes partidas de cocaína, pudiendo tener en la provincia de Badajoz el lugar para la recepción de la droga y su posterior transporte haciendo uso de las empresas adquiridas. Esto, unido a otros indicios, llevó a los agentes hasta el momento en el que los investigados se preparaban para introducir en España más de seis toneladas de cocaína, amplió la versión oficial.
Gran golpe en Málaga
Con todos los datos en su poder se desplegó un amplio operativo policial, centrado principalmente en la provincia de Málaga, donde estaban afincados la mayor parte de los investigados y donde se habían dotado de una nutrida red de contactos y clientes al servicio de sus intereses que, gracias a la intensa labor desarrollada por parte de los investigadores de la Policía Nacional y de la Guardia Civil ha podido desmantelarse. El operativo culminó con 16 detenciones y la incautación de más de 6.300 kilos de cocaína, alrededor de 300.000 euros en efectivo, cuatro armas de fuego y munición, y vehículos de alta gama. También se ha intervenido abundante documentación pendiente de análisis, consignó la Guardia Civil.
Los investigadores han tenido que enfrentarse a una organización que blindaba todas sus actividades y movimientos a través de extraordinarias medidas de seguridad, que incluían la utilización de dispositivos electrónicos de última generación, comunicaciones encriptadas y un continuo cambio en los vehículos utilizados en sus desplazamientos, con la finalidad última de dificultar la vinculación de los mismos con las actividades investigadas, aseguró la Guardia Civil.
La operación fue desarrollada por varias de las unidades de la Guardia Civil y Policía Nacional más preparadas y experimentadas en la lucha contra el crimen organizado y narcotráfico.
Judicialmente, estas actuaciones están coordinadas por el Juzgado Central de Instrucción nº 5 y la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional. mencionó el informe oficial.