Edgar Fonseca, editor/Foto Roberto Cisneros, diario La Prensa, Ciudad Panamá
Fabián Porras Castillo, colegial de Atenas, de 18 años, quien usa prótesis en su brazo izquierdo, se convirtió en fuente de inspiración para muchachos en una feria internacional tecnológica celebrada en Ciudad Panamá en el fin de semana.
Porras mostró con orgullo las funciones de una prótesis en su brazo, invento que desarrolló en el colegio, y que lo expuso en la primera Feria Juvenil Latinoamericana de Ciencia y Tecnología Imaginatec, destaca el diario La Prensa de Ciudad Panamá.
Porras perdió una parte de su brazo izquierdo en una máquina de triturar carne cuando tenía un año de vida, lo que lo llevó 15 años después a embarcarse en un proyecto de vida, reseña la periodista Urania Cecilia Molina.
Durante los últimos cuatro años –agrega– este chico trabajó en el diseño y perfeccionamiento de las versiones de Pro Voz, como llamó a la prótesis que construyó para darle algunas funciones a la parte del brazo que perdió.
Con un toque de jocosidad, relata cómo a los 12 años se le ocurrió pedir a su abuela Yaya (Rosalva Araya Barboza) que le comprara una prótesis, porque aunque nunca había visto una y tampoco conocía nada de su funcionamiento, su imaginación lo llevaba a creer que sería como uno de los personajes del cómic Los Vengadores.
Una imaginación desbordada
En su desbordada imaginación de niño –detalla el reportaje– veía que la prótesis se estiraba para que pudiera volar o saltar hasta tocar la copa de los árboles, pero la realidad fue que el aparato le resultó duro, incómodo y doloroso: era de plástico negro y terminaba en un gancho.
Pese a que tenía alguna utilidad y al llamado de atención de su abuela, después de una semana de adquirirla terminó guardada en un baúl de la casa.
Cuatro años después, ingresó al Colegio Técnico Profesional de Atenas, ubicado en Alajuela, y cuando su profesor Yamil Vega Díaz le comentó que tenían que buscar una idea para participar en la expoingeniería, una feria científica de tecnología, recordó la prótesis que había guardado.
Pro Voz no fue la primera opción porque, otra vez, las imágenes de su cómic favorito volvían a su memoria. Su profesor no le hizo descartar la idea de inmediato. Luego de varias conversaciones optaron por trabajar en el primer diseño.
Es así como desempolva el aparato y lo desarmó para comenzar a trabajar en la prótesis mecánica, que terminó siendo una versión con cables expuestos que representaban un riesgo para su funcionamiento, porque un golpe la podía dañar. Además, la base seguía siendo dura e incómoda, pero comenzaba a funcionar. Incluía un software que hace que el equipo responda a comandos de voz.
Crear Pro Voz 1 le valió el segundo lugar en la Expofería Tecnológica Nacional, en la categoría de electrónica y electricidad.
Ese triunfo lo llevó a seguir perfeccionando su creación, hasta llegar a la segunda versión de Pro Voz, la cual tiene cambios significativos en su estética. Una de las diferencias entre los dos prototipos es que el segundo es más liviano y los cables, ahora mínimos, no están sobreexpuestos.
Porras lo explica así: la primera versión de esta prótesis se enfocaba en ser funcional, y la segunda agrega comodidad a la funcionalidad.
Porras ahora quiere que Pro Voz tenga la función de una mano, y en eso trabaja mientras se prepara para ingresar a la universidad.
Fuente: diario La Prensa, Ciudad Panamá