PuroPeriodismo.com/ Foto 14ymedio.com
El tren llega a La Habana desde San Antonio de los Baños y decenas de pasajeros bajan con cajas, maletines y bolsas plásticas. Entre ellos vienen vendedores de queso, yogur y leche fresca para la capital, alimentos muy controlados por el Gobierno y que antes de que caiga el sol habrán sido vendidos de puerta en puerta, relata un informe del sitio independiente 14ymedio.com desde La Habana.
La provincia Artemisa –agrega– es la principal suministradora de productos lácteos al mercado negro habanero. Desde el vaso de leche que desayunan muchas familias hasta buena parte del queso que utiliza en las pizzerías particulares proviene de esa extensa planicie de tierra roja que ha sido llamado el jardín de Cuba por la fertilidad de sus suelos.
Osmani Cepero, de 32 años y residente en Artemisa, se considera un “maestro quesero” tras dos décadas de experiencia en la producción del demandado alimento. “Empecé junto a mi padre y ya he formado en estas tareas a mis propios hijos”, asegura a 14ymedio el productor, que cada mes logra sacar de su cocina una decena de quesos “entre frescos y más curados”, precisa. La mayor parte la comercializa a paladares, cafeterías y hogares.
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