Edgar Fonseca, editor

“Toda la dirigencia sindical que estuvo en esa lucha y en esa negociación, si no tuvo la entereza y la fuerza moral de su propia representación, para asumir ante sus bases la responsabilidad de lo pactado, debe renunciar, y dejar espacio a nuevos liderazgos”, dice el analista e historiador de izquierda, Vladimir de la Cruz, al criticar severamente la actitud de los dirigentes del paro en el sector público. 

“Salieron en carrera a presentar el documento, escrito y avalado por ellos, ante sus asambleas sindicales, las que finalmente tendrían la palabra, la capacidad de decisión final respecto a lo acordado. Si así era su procedimiento, ¿para qué fueron a la suspensión de labores?, ¿para qué se sentaron durante más de 100 horas a elaborar un documento, redactado por ellos también, que tenían que someter a esa consulta?, ¿qué clase de dirigencia ejercen?

“Obviamente, se ha puesto en evidencia una dirigencia disminuida, debilitada, incapacitada en sus facultades de liderazgo real para llegar a firmar y tomar acuerdos en nombre del liderazgo que ostentan públicamente. 
“Las consecuencias de la firma en un acuerdo como éste todas las partes las asumen ante sus representados, pero deben firmarse y acatarse en lo que valen, sobre todo después de 100 horas de deliberaciones como los mismos dirigentes sociales han señalado.
“Para mí, toda la dirigencia sindical que estuvo en esa lucha y en esa negociación, si no tuvo la entereza y la fuerza moral de su propia representación, para asumir ante sus bases la responsabilidad de lo pactado, debe renunciar, y dejar espacio a nuevos liderazgos. 
Si estos dirigentes sabían que este iba a ser el final, un final sin firma, ¿para qué la movilización social que hicieron?, ¿qué fines ulteriores tenían que no fueran estrictamente laborales?, ¿el proyecto de Ley de la Reforma Fiscal fue tan solo un pretexto para medir fuerzas con el Gobierno?
Esta lucha ha puesto en evidencia de esta manera esta débil representación real de los dirigentes sindicales”, ratifica.

Ver artículo adjunto: Vladimir De La Cruz-huelga