Edgar Fonseca, editor/Presidencia
Con la repentina ausencia del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, la convulsión que azota a esa nación desde abril fue elevada hoy por el mandatario de Costa Rica, Carlos Alvarado, ante la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado en Antigua, Guatemala.
“Nos encontramos sumamente preocupados y dolidos por lo que ocurre en la hermana República de Nicaragua”, enfatizó Alvarado ante los demás mandatarios y jefes de Estado.
“A las puertas del Bicentenario solicitamos hoy a la comunidad internacional hacer uso de la diplomacia, el multilateralismo y la mediación como herramientas válidas frente a los graves acontecimientos que se conocen”, demandó.
Según Alvarado, en Nicaragua el diálogo es “un eco que retumba únicamente en los corazones de quienes hoy lloran con dolor por una sociedad justa e igualitaria, donde existan oportunidades de diálogo franco y sincero, para lograr así una democracia, acorde con los valores y estabilidad regional”.
También sacó a colación la crisis de Venezuela.
Ratificó la preocupación externada en la Septuagésima Tercera Asamblea General de las Naciones Unidas por la situación en Venezuela: el irrespeto al Estado de Derecho y a la propia institucionalidad venezolana, así como las reiteradas violaciones a los derechos humanos en esa nación.
El gobernante costarricense reafirmó el compromiso de su país de contribuir “con la superación de la grave crisis política, económica, social y humanitaria que atraviesa Venezuela. La solución es una salida pacífica y negociada, en el marco del Derecho Internacional”, planteó.
Su mensaje concluyó reconociendo a la Conferencia Iberoamericana como reflejo la esencia de la integración. “El mejor consejo para quienes estamos aquí hoy lo encuentro en las palabras del gran pensador cubano, José Martí, cuando escribió: “Hacer es la mejor forma de decir”. Hagamos pues muchas cosas más, y construyamos más puentes entre nuestros pueblos”.
Ortega en fuga
Daniel Ortega canceló de último momento su asistencia a la cumbre. Los medios nicaragüenses atribuyeron su decisión al temor del gobernante de enfrentar un ambiente hostil en la cumbre por la crisis que estremece a su régimen desde abril con saldo de centenares de muertes, detenidos, desaparecidos y un entorno de caos y convulsión.
El repudio por los crímenes de lesa humanidad perpetrados contra los nicaragüenses obligó a Daniel Ortega a cancelar por segunda vez en menos de dos meses su participación en un foro mundial, aislándose aún más de la comunidad internacional para vivir confinado en su casa, en El Carmen, de donde sale poquísimas veces, incluso en Managua, destacó el diario La Prensa de Managua. El dictador Daniel Ortega cancela su participación en la Cumbre Iberoamericana, tituló dicho medio.
Ortega confirma aislamiento de la dictadura, destacó el periodista y editor Carlos Fernando Chamorro director del sitio Confidencial.
El presidente cancela su participación en la Cumbre Iberoamericana, como antes canceló su presencia en la Asamblea General de Naciones Unidas. El único espacio que le queda es el Alba reducida, bajo el patronazgo de Cuba y Venezuela, agregó Chamorro.