Edgar Fonseca, editor
La decisión de los magistrados de la Sala IV que da luz verde a la reforma fiscal se convierte en un voto histórico y rotundo.
Un voto de legalidad, de cordura y de sensatez.
El país respira aliviado.
Histórico porque, en la grave coyuntura fiscal, los magistrados interpretan y resuelven, conforme la normativa constitucional, sobre la base de los intereses nacionales no de los sectoriales.
Histórico porque sepultan la fracasada intentona desestabilizadora en la que se aventuraron algunos desprestigiados dirigentes sindicales, inspirados y, quizá, fondeados desde Caracas.
Histórico porque, en consonancia con una mayoría legislativa, no ceden al chantajismo de aquellos interesados en lanzar al país al vacío.
Porque hacen imperar la vía institucional, no la viciosa “democracia de las calles”.
Porque, a pesar de todo el ruido, a pesar de ese gremialismo exacerbado que hoy permea a jerarcas e instancias judiciales, en defensa a ultranza de sus privilegios, los magistrados de la Sala IV no se dejaron perturbar.
Y se trata de una decisión de tono rotundo.
Sin vicios de fondo ni vicios de procedimiento en la controversial reforma.
¡Más claro no canta el gallo!
Corresponde a la Asamblea Legislativa sellar con una mayoría contundente este capítulo que es, apenas, un primer paso en la debida ruta del saneamiento de las finanzas públicas.
De los actores
El gobierno– Ha actuado con realismo, con responsabilidad y con visión, muy a diferencia de la administración predecesora, de su propia estirpe, que se sometió, plácidamente, a la camarilla sindical, y dejó al país al borde del abismo.
El congreso- Con Liberación como actor clave, una mayoría legislativa resistió la embestida gremialista, las marchas, los bloqueos y los sabotajes, y reservó al ámbito parlamentario la suerte del paquete fiscal. Tras la esclarecida resolución de la Sala Constitucional, hay fracciones y diputados díscolos, como los seguidores pentecostalistas, que deberían enmendar sus pasos y acciones en aras del interés nacional.
Y los dirigentes sindicales-Nunca tan pocos buscaron causar tanto daño al país… y fracasaron. No solo los debería llamar a cuentas la Fiscalía General sino que, por el bien de un mejor entendido movimiento sindical, deben largarse de esas organizaciones, tras esta debacle.