Edgar Fonseca, editor
Solo un mínimo de las firmas aludidas en la lista de los Grandes Contribuyentes Nacionales del Ministerio de Hacienda salió, presto, a aclarar su condición tributaria con el Estado.
¿Y el resto?
Salió la Cervecería Costa Rica, la mayor firma comercial del país, con su vertiginoso crecimiento y expansión, que no se puede dar el lujo que se ponga en duda, ni un milímetro, de su reputación empresarial.
Salió el conglomerado financiero Credomatic, el mayor desafío de las últimas décadas a la vulnerable banca estatal, remember “Cementazo”, Anglo y Crédito Agrícola.
Salió la Universidad Latina, una de las más exitosas apuestas empresariales en la educación superior privada.
Y salió la multinacional Telefónica que justifica como, “absolutamente normal”, la ausencia de utilidades, tras sus primeros años de inversión en el país.
También salió en su defensa el Grupo Improsa, un banco de larga trayectoria en los negocios locales y regionales.
Y hasta ahí.
¿Qué hay del resto de firmas aludidas que incluyen a poderosos conglomerados empresariales, comerciales, agro-industriales, financieros?
Es probable que estén a derecho.
Que hayan justificado plenamente sus resultados ante Hacienda.
Pero llama la atención el silencio con que han reaccionado.
Les expone a los pelotones virtuales de fusilamiento en que están convertidas las redes sociales.
Las arriesga en su integridad, en su imagen, en su trayectoria, a esos brutales linchamientos públicos con que muchos reaccionan hoy, sin tener la menor noción ni la menor idea de que están hablando; que lo hacen, tan solo, por el afán de sumarse a la ola y causar daño.
Bien harían esos comités directivos y cuadros gerenciales en indagar los estados de cuenta de sus empresas con Tributación y, si no tienen nada por qué apenarse –el que nada debe, nada teme–, pronunciarse con contundente claridad ante la opinión pública.
Como lo hizo FIFCO, el holding de la cervecería que compartió con el país sus tributos por $414 millones al fisco en los últimos 10 años.
Como lo hizo Credomatic al detallar los $159.5 millones que ha tributado en los últimos cuatro años.
Como lo hizo Telefónica que compite por el multimillonario pastel del mercado de las telecomunicaciones aquí y allá.
Una respuesta transparente, diáfana, de esos equipos directivos y ejecutivos del resto de firmas mencionadas en la tristemente célebre lista, y que callan, quizá contribuya a aplacar el torbellino de suspicacias, de conjeturas y de dudas públicas que cayó sobre sus operaciones y resultados tras la orden de la Sala IV.
Punto final-El listado de los Grandes Contribuyentes Nacionales se dio a conocer por la presión ante la Sala Constitucional. A partir de ahora debería convertirse en un capítulo ordinario de rendición anual de cuentas empresarial, de rechinante transparencia, sin necesidad de una orden judicial.