Edgar Fonseca, editor

San Francisco, California-Santuario de inmigrantes. Un 39% de su población lo conforma gentes procedentes de todo el mundo. Con una inmanente presencia china y asiática.

Santuario inclusivo. Cuna de una de las comunidades gay más poderosas. 6.2% de su población, según Gallup y la más alta de las urbes metropolitanas de EE.UU.

Santuario económico: con la economía más fuerte  de EE.UU., según Business Insider.

Una ciudad descrita como “excepcionalmente cara” que se vuelve imposible para su clase media.

La segunda ciudad con mejor calidad de vida en EE.UU. después de Honolulu.

Pero con la mayor tasa de delitos contra la propiedad, según el FBI, que la ubican al tope entre las 20 mayores urbes norteamericanas. Hubo 54 mil delitos contra la propiedad en 2017.

Santuario de turistas: más de 25.5 millones la visitaron en 2017 con una inyección a su economía de más de $9.9 billones.

Santuario tecnológico universal, con su Silicon Valley.

Santuario de indigentes—7.499 en la ciudad, 129.972, en el estado, según el diario San Francisco Chronicle— se benefician de sus programas asistenciales.

Santuario de rebeldía y de luchas infinitas por los derechos humanos…

Recorro sus legendarios barrios.

El barrio chino.

El barrio gay.

El barrio hippie.

Se me vuelve esquiva, se me escurre entre la pertinaz y gélida lluvia y la bruma de una tarde y se me muestra radiante con el sol de la mañana.

Así es esta estupenda ciudad santuario de San Francisco, California, para visitar, recorrer y sentir por siempre.