• Las denuncias son graves, no podemos ignorarlas, reconoce
  • Las mujeres que se sientan ofendidas tienen el derecho de hacer sus reclamaciones, dice

Edgar Fonseca, editor/ Cámara Edgar Fonseca Carvajal

Sacudido.

Impactado.

Golpeado.

Pero, ante todo, compungido se siente Guillermo Constenla Umaña, recién electo presidente del partido Liberación Nacional, con las revelaciones de alegados casos de presunto acoso sexual que surgieron en la última semana en contra del expresidente y Premio Nobel, Oscar Arias Sánchez.

A Constenla le liga  con Arias una larga y estrecha amistad y relación política de décadas, y no oculta sus sentimientos cuando me atiende la tarde del viernes anterior para abordar un escándalo que estremece al país, con profusa repercusión internacional.

Una médica activista antinuclear de apellido Arce, de 34 años, desató la tormenta el lunes tres de febrero, escasas 48 horas después que Constenla fue electo al máximo cargo del PLN, al denunciar ante el Ministerio Público un presunto abuso sexual del exgobernante  en 2014 en su residencia en Rohrmoser. Desde entonces se dio una seguidilla de relatos de al menos seis mujeres –un segundo en la vía penal–  de supuestas conductas impropias del exmandatario.

Arias rechazó categóricamente la primer denuncia mientras permanece hermético sobre el resto de testimonios. Sus abogados sostienen que están concentrados en atender los casos bajo tramite judicial.

Consciente de la gravedad de los hechos conocidos, de las implicaciones para el exgobernante, para el partido y para el país, Constenla es conteste en defender el derecho que le asiste a las presuntas ofendidas a plantear sus reclamos, pero también defiende con firmeza el derecho de Arias a defenderse y a demostrar su inocencia  en los tribunales.

“Dejemos que don Óscar, que también tiene el derecho sagrado como ciudadano de que se le dé el debido proceso, dejemos que don Óscar, como así lo ha dicho él, se defienda en los tribunales y demuestre su inocencia”, plantea Constenla.

Reconoce que este caso será una prueba para el Poder Judicial.

“No me cabe la menor duda. El Poder Judicial tiene ahora en sus manos el peso de la historia, el peso de la credibilidad de los ciudadanos, pero también debo decir, que ni siquiera el Poder Judicial puede hacer juicios de previo”, puntualizó.

La figura de Oscar trasciende

-Don Guillermo, ¿cómo califica usted el surgimiento de este caso?

-Es una situación sumamente compleja que desde el inicio nos golpeó mucho. La figura de don Óscar trasciende por mucho nuestras fronteras, no es necesario decir o repetir aquí los logros muy importantes que don Óscar consiguió, ha conseguido, para este país y para la región y obviamente que todos estuvimos y estamos compungidos por la situación.

-¿Usted habló con él?

-Efectivamente. Yo no lo hice ni siquiera en razón de mi larga amistad que yo tengo, larga amistad, de muchas décadas con don Óscar, pero en razón de estos acontecimientos a mí se me pidió, por autoridades del partido, que en virtud precisamente de que era de los que estábamos disponibles, llamémoslo así, a nivel de autoridades del partido con más cercanía y amistad con don Óscar, que conversara con él. Se me hizo ese encargo, cosa que acepté porque tenía que hacerlo, no iba a rehuir esa responsabilidad y conversamos a lo largo de la semana, desde el lunes, que fue cuando esto ya trascendió públicamente y fue una tarea que le garantizo fue compleja, especialmente para mí, porque he sido y soy amigo de don Óscar desde hace varias décadas. He vivido con él muchas de las circunstancias de su vida política, desde su nombramiento como Secretario General del partido hasta todas las actividades de gobierno porque he sido participante de ambos gobiernos de don Óscar.

Está muy impactado

-¿Cómo percibió a don Óscar en la conversación?

-No hay persona en el mundo que no sienta un tremendo impacto por una situación como esta. Hay que tener mucho estado de ánimo para no sucumbir en estas difíciles circunstancias, y naturalmente que era algo que había que tener mucho en consideración, en razón de que como ser humano, pues no era el momento más propicio para verse además sometido, digámoslo así, al asedio de su propio partido, porque efectivamente usted sabe lo que son los partidos políticos, no son un club social de amigos. Los partidos políticos concitan entre los miembros muchas pasiones, algunas de las cuales no siempre son virtudes del ser humano.

-Pero, ¿cómo percibió usted la conversación?, ¿cómo sintió usted la reacción de él?

-Bueno, ¿qué puedo decirle?, y espero no ser infidente. Él estaba, ha estado muy impactado, no era tarea fácil transmitir el mensaje que desde el lunes se transmitió que era pedirle que pensara y valorara esa situación y que frente a esas diferentes vías que lo asediaban, a lo internacional, lo interno y el partido, pues, nos parecía a muchos que lo más sabio era apartarse del partido tal como él lo hizo y debemos reconocerle su gallardía que pensó en el país y pensó en su partido, pero esa decisión vino hasta el jueves, no fue una tarea fácil.


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Un golpe muy fuerte

-Siendo Oscar Arias, quizá uno de los tres líderes más influyentes del partido en las últimas tres décadas, si tenemos en cuenta a los expresidentes Luis Alberto Monge en su momento, José María Figueres también en su momento, pero siendo la figura con el relieve que usted mencionaba, no sólo nacional sino a nivel internacional, ¿qué implica esto para la vida institucional del partido en estos momentos?

-Un golpe, un golpe muy fuerte porque usted dice que, entre los líderes de las últimas décadas, incluyendo a don José María y a don Luis Alberto, con el cariño que le tenemos a don Luis Alberto y bueno, nadie puede dudar del liderazgo de don José María y de cómo lo quieren un porcentaje muy importante de ciudadanos, eso no se puede negar, don Óscar por sus logros internacionales, y destaco el tema de la paz en Centroamérica, que el que no quiera reconocerlo, es absolutamente mezquino, esa época era de triste recuerdo. Usted tiene graves experiencias de la situación, casi muere cumpliendo con su deber de periodista en La Penca, y don Óscar de alguna manera, consiguió el milagro de que los líderes centroamericanos entendieran, incluido Daniel Ortega, y uno no puede olvidar eso. Somos seres humanos, los seres humanos tenemos imperfecciones y creo que el sentido de bonhomía del ser humano debe privar siempre por encima de aquellas partes negativas de los hombres, de los seres humanos, hasta los que sufren prisión por delitos en las cárceles tienen su humanidad, y todo eso hay que respetarlo, y obviamente que en el caso de don Óscar, esas partes muy positivas para Costa Rica, porque nos proyectaron mundialmente, no podemos olvidarlas. Esas partes muy positivas para Costa Rica están ahí y se mantendrán en la historia independientemente de lo que tenga que venir, de lo que deba afrontar, eso, no podemos dejar de reconocerlo.

-Él se separa mientras se decide el caso en los tribunales. En el partido ¿qué es lo que sigue de cara a la relación con el expresidente Arias?

-En este momento ya no hay una relación con el expresidente Arias en términos políticos obviamente. Él al separarse, atendiendo ese llamado que se le planteó el lunes, por mi medio, por el encargo que me hicieron los compañeros de la alta dirección, él se separa, lo que quiere decir que en este momento no tiene ninguna representación efectiva en el partido, no tiene presencia en los órganos,  no tiene voto, ni siquiera su delegado, porque el voto del delegado es en función de la figura del expresidente, nada de eso existe. Es decir, usted me dirá “bueno es que el Tribunal de Ética…”, vamos a ver, el Tribunal de Ética, es un tribunal interno con capacidad legal de referirse a una persona que es miembro activo, en este momento él ya no lo es por voluntad propia, por tanto, nadie puede incoar alguna gestión en contra de un ciudadano que no pertenece, con voluntad propia, a la organización.

-Pero en este caso, ¿usted menciona que el Tribunal de Ética no estaría tomando alguna medida o resolución a raíz del caso del expresidente?

-No puedo prever y, más aún, yo todavía no he asumido como presidente del partido. Las autoridades del partido siguen siendo en Comité Ejecutivo, don Jorge Pattoni como presidente, don Fernando Zamora como Secretario General y doña Paulina Rodríguez. Ese es el Comité Ejecutivo, que en este momento estatutariamente tiene las potestades de actuar y de hablar en nombre del partido. No puedo prever lo que los compañeros integrantes del Tribunal de Ética vayan a hacer, pero por lo poco que conozco de derecho, no tienen potestades para meterse con un ciudadano que ya no pertenece a la organización.

Dejemos que Oscar se defienda y demuestre su inocencia

-¿Ni debería estar sobre la mesa algún tipo de valoración o consideración a raíz lo que ha trascendido?

-Una vez que ya ha sido suficientemente debatido en público, a nivel internacional, a nivel nacional esta situación, aquí lo único que corresponde es lo que nos establece nuestro ordenamiento jurídico. Nosotros, el partido, este servidor, usted, no somos jueces, no tenemos potestades para investigar y juzgar hechos que se denuncien, debe atenderse las denuncias con puntualidad porque son graves, no podemos ignorarlas. Las mujeres que se sientan ofendidas tienen todo el derecho de hacer valer sus reclamaciones. Yo tengo seis hijas y entiendo muy bien cómo se puede sentir una mujer en circunstancias de esta índole, pero, ¿quién nos da el derecho de instituirnos en jueces? Dejemos que don Óscar, que también tiene el derecho sagrado como ciudadano de que se le dé el debido proceso, dejemos que don Óscar, como así lo ha dicho él, se defienda en los tribunales y demuestre su inocencia, no podemos volver a las épocas en que los juicios eran a priori, a lo Pancho Villa, que primero disparaban y luego preguntaban quién era. Ahí están los tribunales de justicia. Creo firmemente en la institucionalidad democrática de este país, y si no respetamos esa institucionalidad democrática, esto sería una selva, una vida imposible, la anarquía. Respetemos la institucionalidad democrática, creo que eso es lo correcto, por respeto a nosotros mismos si creemos en la democracia.

-El caso sin duda ha generado en las primeras horas un shock en la opinión pública, para ponerlo en algún termino y en el medio de esta efervescencia en la opinión pública de lo que se ha conocido, ¿Qué reflexiones iniciales, por su grado de conocimiento, por su estrecha relación con el presidente Arias, tanto personal, a nivel político, a nivel gubernamental, extrae usted en estos momentos?

-Los que ya hemos estado algunos años en esta actividad política, tan despreciada, lamentablemente, tan denostada, lamentablemente, usted sabe bien que ya ni Uruguay ni Costa Rica, que eran los países adalides que se declaraban amantes de la democracia, ya se va reduciendo el número de ciudadanos que eso piensan, lo cual es gravísimo, muy grave que en países con larga tradición democrática se reduzca el número de ciudadanos que creen en el sistema. Vea que grave, porque yo todavía no he visto ninguna solución que permita sustituir la democracia, con todos los defectos que pueda tener el sistema democrático, es la solución que hemos inventado los seres humanos que permite una convivencia en la sociedad de forma más pacífica, más respetuosa, con más libertades y que permite alcanzar ese ideal de todos los seres humanos que es la felicidad, la paz, la tranquilidad y todas estas cosas que se hablan en contra de la democracia, ese decrecimiento en la valoración del sistema democrático, creemos a nivel mundial, porque esto no es un problema costarricense, es un problema que vemos a nivel mundial, pero a nosotros nos preocupa mucho ver que ya no son tantos los costarricenses que creen que la democracia es la solución y tenemos ejemplos en el norte, aquí cerquita, en Nicaragua y también relativamente cerca en Venezuela que nos deben poner a pensar y nos tienen que asustar porque Costa Rica no está vacunada contra las cosas que han pasado en esos países.

Esto es de “perder-perder”

-Pero, ¿no cree que un caso como este incide en ese sentimiento, en esa reacción de incredulidad cada vez más creciente en la sociedad, en la opinión pública?

-Todo afecta. Esto que ha sucedido es lo que se puede decir una situación de “perder-perder”. Aquí en cualquiera de las circunstancias en que usted quiera ubicar el caso, todos perdemos. No solamente pierde Liberación, no solamente pierde don Óscar, pierde la democracia, pierde la credibilidad en los políticos, suficientemente desprestigiados a la fecha, y usted lo ve en lo que dicen los ciudadanos, ahora hay más de un 53% o por ahí de ciudadanos en este país, que digamos, anda a la libre, aun cuando tenemos en este momento un amplio espectro de oferta de partidos como nunca antes en la historia. Es un fenómeno que es preocupación de la gente que nos preocupa el destino de Costa Rica.

-Siendo un caso como usted lo grafica de “perder-perder”, para la sociedad por entero, ¿cuáles son sus reflexiones iniciales en la efervescencia de lo que está ocurriendo para la dirigencia política, para la dirigencia pública y para el país?

-Debemos aprender de la historia. La historia que sucedió ayer, la historia que sucedió hace 10 años, la historia de lo que sucedió hace 100 años, etcétera, y a veces los seres humanos tenemos la tendencia a ser ciegos a la enseñanza de la historia, lo cual es un grave error, que nos hace tropezar con la misma piedra repetidamente. El político, como se dijo en la Roma antigua, no solamente debe parecer honesto, voy a parafrasear lo que se dijo, no solamente debe parecerlo, sino que debe serlo, en todos los extremos, ¿por qué?, porque en el fondo es el ejemplo para la sociedad y es una responsabilidad enorme, porque el político es un ser humano también con sus virtudes, con sus defectos, con sus pecados y entonces tiene una vida aún más comprometida con el ciudadano común y corriente.

-En un caso tan particular y tan impactante como el que está viviendo nuestra sociedad, estamos casi que, a la vuelta del círculo de hace 15 años con los escándalos de los otros expresidentes, casi que se cierra un círculo en cuanto a la efervescencia, en cuanto a la implicación de expresidentes de una u otra manera en hechos bastante polémicos, bastante impactantes para la sociedad, ¿cuál es su valoración en ese sentido?

-¿Qué nos enseña la historia? Esto que sucedió hoy aquí, si usted analiza la historia política, no solamente en Costa Rica, ahora se me ocurre pensar en un caso profusamente difundido por la prensa internacional que sucedió en Inglaterra, hace ya más de tres décadas,  que se denominó “El caso Profumo”, en el seno del gobierno inglés, con lo propio que aparecen ser los ingleses, pero también son seres humanos como todos, sujetos a debilidades y pecados, fue un caso de esta índole, muy impactante que golpeó tremendamente a la democracia inglesa, pero si usted hurga en la historia, pasó siempre, y esto no es para justificar nada, es para señalar que estamos en hechos donde los actores son seres humanos con sus defectos, con los pecados que cometemos, con, gracias a Dios, las virtudes. Hoy no se acaba esto, sucederá dentro de 40 años, desgraciadamente.

No ve linchamiento mediático

-Dentro de lo que se está viviendo en estos momentos, hay quienes plantean que también se está percibiendo un linchamiento mediático. ¿Cómo siente usted esa calificación?

-Me parece que, especialmente en circunstancias como estas, esos son calificativos extremos y salidos del contexto en que hay que ver estas cosas. Yo le decía que los términos han cambiado, yo tengo seis hijas, yo puedo hablarle con propiedad, pretendo por lo menos, de cuál es el alma femenina y el sentimiento de las mujeres porque desgraciadamente nosotros los hombres podemos ver eso desde otra óptica un poco diferente, pero afortunadamente para la sociedad, las mujeres han tomado conciencia de su condición de seres humanos cada vez más y hoy en día la tienen plenamente, tal vez no todas, pero sí un importante grupo que las lidera, y eso es un aspecto muy favorable para evitar a futuro que este tipo de cosas, que nos tienen en estas circunstancias, puedan darse, porque la mujer está consciente de su condición de ser humano, hoy en día, de lo cual me alegro mucho. Yo tengo la esperanza de que eso nos haga cambiar, especialmente en una sociedad machista como esta, porque la sociedad sigue siendo machista. Que nos haga cambiar a futuro. Quiero que mis hijas, que son jóvenes, crezcan y se desarrollen en un ambiente diferente. Uno no puede tomar casos, que pueden calificarse, gracias a Dios, de menos frecuentes, aunque hay muchas cosas y casos que puedan suceder por ahí que no salgan a la luz pública, pero cada vez menos. Eso me da la esperanza, pero no por eso uno puede llegar a ese tipo de apelativos que usted dice que circulan por el ambiente.

-Dentro del intercambio que usted tuvo con el expresidente, ¿le transmitió algunas palabras hacia el país, de su reflexión?

-Él, creo que, en su mensaje ha sido claro. Él quiere tener la oportunidad de demostrar su inocencia y eso es un derecho inalienable para los que creemos en las instituciones, para los que creemos en el Poder Judicial. Cualquier mujer que se sienta ofendida, tiene el derecho de hacer valer su voz. Se acabó el tiempo en que las cosas de este tipo, las familias las veían como intocables, porque las esposas han cambiado y gracias a Dios que han cambiado. Cualquier mujer tiene el derecho de hacer valer su condición de ser humano, sus derechos humanos e, igualmente, cualquier ser humano tiene el derecho de ejercer su defensa, del debido proceso y yo abogo por que eso siga siendo así. Llegará el momento, ojalá que pronto, en que los tribunales nos digan qué procede hacer en justicia y deberemos respetar ese resultado, sea cual sea, afecte a quien afecte, porque esas son las reglas que tenemos como sociedad y tenemos que respetarlas.

El Poder Judicial a prueba

-Al fin y al cabo, le interpreto una prueba contundente para el Poder Judicial como institución.

-No me cabe la menor duda. El Poder Judicial tiene ahora en sus manos el “peso de la historia”, el peso de la credibilidad de los ciudadanos, pero también debo decir, que ni siquiera el Poder Judicial puede hacer juicios de previo,  para eso están los procesos penales en donde  la investigación es un elemento fundamental para que el juez pueda tener el criterio para emitir sentencia y yo confío en el Poder Judicial, si no lo hiciera, me tendría que ir a vivir a la luna.

-¿Por qué esa confianza suya en el Poder Judicial?

-El Poder Judicial, entre los tres poderes de la República, siendo muy importante el Poder Legislativo, y lógicamente el Poder Ejecutivo, tiene una responsabilidad que es de más alcance, porque le corresponde hacer justicia y le corresponde decir si un ser humano pierde una de las condiciones más preciadas, la libertad. Ahí radica la enorme responsabilidad del Poder Judicial. Hacer justicia significa que con esa balanza con que interpretamos a la justicia se determine con certeza o con la máxima certeza la inocencia o la culpabilidad de una persona. Ustedes ven muchas veces lo que pasa con procesos judiciales, donde a veces la gente no se siente satisfecha, pero si no confiamos en el sistema, ¿cuál otro sistema aplicamos?

-¿Independiente de quienes estén involucrados?

-Independientemente. Ahí en las salas de justicia no hay reyes, no hay generales, no hay obispos, porque todos tenemos que ser iguales ante la ley.

-¿Independiente de la sensibilidad del tema de por medio?

-En cualquier caso, se lo reitero don Edgar, sea quien sea, sea cual sea el asunto que se tiene que dilucidar. El Poder Judicial tiene la sagrada misión y la enorme responsabilidad de administrar la justicia, lo dice nuestra Constitución.

-Por su experiencia y por su trayectoria y por tanto capítulo vivido en la historia política del país, ¿cree usted que nos enrumbamos a un momento crítico en ese sentido de definición institucional?

-A lo largo de la historia hay muchos momentos críticos, esto es cíclico. Hemos tenido periodos más tranquilos, otros donde ha habido mayor efervescencia. Si hay algo bueno en la evolución de nuestra democracia, es que estos elementos de la transparencia por más que se denosté a la democracia, por más que las encuestas muestren la decepción de muchos ciudadanos con respectos al sistema, estos elementos de los últimos años han hecho más sensible el tema de hombre o mujer que ejercen función pública. Porque nadie negará que ahora, mucho más que antes, los temas se ventilan en los medios y en los tribunales. La frecuencia con que se ventilan asuntos de esta índole, de cualquier índole, en relación a delitos, ya sean financieros, ya sean de cualquier índole, no se daban antes. Lo invito a recorrer los mismos medios de prensa de hace 40 años, no era lo mismo. Hoy la propia prensa, cada vez más, se ha convertido en un faro de aviso, para que las cosas sean mejores en ese sentido.

-Una reflexión suya final para el país de cara a lo que estamos viviendo respecto a este acontecimiento, esta controversia.

-Mi reflexión es que la participación política del ciudadano es fundamental. La democracia se hace efectiva por medio de los instrumentos que nuestro sistema y nuestro ordenamiento jurídico nos ponen en las manos y esos instrumentos se llaman partidos políticos. Yo quiero invitar con esta reflexión, particularmente a la juventud, porque hay muchísimos jóvenes muy valiosos cuyas preocupaciones están totalmente fuera de la participación política, y eso no puede ser, la participación política no puede estar en manos de cualquiera. Los mejores también tienen que sacrificarse para participar en política, en los partidos políticos, para que así cuando esos partidos alcancen el poder también, nos ofrezcan a la ciudadanía los mejores ciudadanos para manejar los destinos de la República. Si abandonamos la participación política, se mueren los partidos políticos y perece la democracia. Vea usted, aquí, como gracias a Dios tenemos un nivel de felicidad, según dicen por ahí todos en el mundo, muy importante, lo cual es una bendición de Dios, creemos que estamos vacunados contra todo y no, recientemente hubo una moción, venía de Casa Presidencial, firmada por el jefe de fracción de la Unidad, que atentaba contra la constitucionalidad de este país, contra las potestades del parlamento. Por ahí se empieza, no estamos vacunados. Gracias a Dios que la rechazaron, pero las cosas que suceden en el norte o allá más al sur en Venezuela, nos deben hacer reflexionar porque no hay derecho a que los políticos pongan a sufrir a sus pueblos como sufren en Nicaragua o como sufren en Venezuela,

-Finalmente, hay quienes, en medio del fragor, en medio de toda esta efervescencia que se está viviendo en estas horas y tras dos derrotas contundentes electorales presidenciales para Liberación, más el surgimiento de este caso, tan conflictivo y tan polémico, tan complejo, hay quienes aseguran que esto podría significar un paso más hacia el ocaso del partido en la vida política del país. ¿Cómo lo analiza usted pronto a asumir la Presidencia Ejecutiva del partido?

-Uno tiene que tener la entereza de reconocer los errores cuando los comete, porque todos cometemos errores. Lo grave es si no los reconocemos y hacemos nuestra autovaloración, nuestro acto de constricción para renacer y eso es la tarea que tenemos en el partido Liberación Nacional. Creo firmemente que el partido tiene la energía y la condición, tiene las bases para poder hacerlo. Vamos a luchar por eso.

Pronto: la video entrevista completa

 

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