Arias, el más influyente líder del PLN, deja el partido en medio del escándalo por supuesto acoso

256

Edgar Fonseca, editor

El expresidente Oscar Arias, el más influyente líder del PLN en las últimas tres décadas, anunció hoy que se separa temporalmente del partido en medio del escándalo por una denuncia de supuesto acoso sexual contra una activista bélica, supuestamente ocurrido en 2014, y que ha generado una reacción en cadena de otras mujeres con reclamos por alegadas conductas impropias del exgobernante.

La separación de Arias fue confirmada a la prensa por Fernando Zamora, secretario general del PLN.

“Solicitamos a su representante ante el directorio político del PLN Alfredo Ortuño, esa oportunidad, la cual se acaba de dar, pues el expresidente Arias ha comunicado a esta Secretaría que se apartará del partido y se abstendrá de participar en el directorio Político Nacional, mientras no se aclare definitivamente su situación jurídica”,  citó un comunicado enviado a la prensa por Zamora.

Se trata del mayor remezón en la reciente historia del PLN  y tras dos derrotas electorales consecutivas en elecciones nacionales.

Hablé con Arias, dice Constenla

El pedido de separación lo planteó el recién electo presidente del comité ejecutivo, Guillermo Constenla quien se comunicó con el expresidente.

“Ante las graves denuncias contra el presidente Arias y ante el silencio de las autoridades formales de Liberación Nacional doy la cara por el partido, aunque aclaro que asumiré formalmente la presidencia a partir del primero de marzo próximo”, dijo Constenla en un video en Facebook

“Es mi deber comunicar que he hablado con don Óscar y le sugerí que se retirara temporalmente del partido mientras asume su defensa ante las dolorosas acusaciones por acoso sexual”, agregó.

“Mi recomendación sincera a don Óscar, que reitero aquí públicamente, es que debe dar un paso al lado para permitirnos trabajar con autoridad y respeto por nuestros ciudadanos. No somos jueces ni tenemos autoridad para juzgar”, añadió Constenla quien fue ministerio de Obras Públicas durante la primera administración Arias, (1986-1990), y presidente del INS durante el segundo mandato, 2006-2010.

“Sabedores del derecho a denunciar de las mujeres que se sientan ofendidas, es claro que él tiene el sagrado derecho ciudadano para ejercer su defensa, pero por respeto al partido y a todas las mujeres de este país, ruego a don Óscar atender nuestro respetuoso llamado”, afirmó Constenla..

Posteriormente trascendió la decisión de Arias de separarse.

A la denuncia de la activista, una médica de apellido Arce de 34 años, interpuesta el lunes ante el Ministerio Público, se sumaron una serie de testimonios de mujeres que supuestamente se vieron afectadas por alegadas conductas impropias del exmandatario.

Arias niega categóricamente la versión de la médica activista quien salió del país el mismo día que interpuso la denuncia.

Sus abogados sostienen que están dedicados al análisis jurídico del caso.

Editora también expone reclamos

En una entrevista con el sitio The Tico Times, la editora Marta Araya Marroni aseveró que el exmandatario supuestamente le había hecho múltiples avances sexuales no deseados en el transcurso de varias semanas en 2012 cuando ella editaba el libro  “Con velas, timó y brújula” que Arias escribía.

Araya fue  coordinadora de proyectos editoriales en la Librería Internacional.

Negó que hubiese tratado de ocultar lo que dice que ocurrió entre ella y Arias en 2012.

“Siempre fue respetuoso hasta que no lo era”, dijo Araya. “Lo que más me molestó es que él seguía intentando hacerme creer que era normal y que estaba preocupado por mí”, añade la versión del Tico Times.

Araya dice que, si bien su experiencia “no fue tan grave” como las alegadas por otras mujeres, compartió su historia “para apoyar a otras mujeres que la gente no cree”, agregó a dicho medio.

Otro presunto molesto episodio

También  trascendió el testimonio de la periodista Mónica Morales de la revista Perfil de San José quien narró un alegado molesto episodio con el exgobernante en su residencia mientras llegó a entrevistarlo sobre la aprobación en la ONU del Tratado de Comercio de Armas en 2013.

“Cuando llegué, un señor me pasó a la oficina y me dijo que esperara ahí al ex mandatario. Lo primero que noté fue la impresionante biblioteca que recorría toda la pared de la oficina”, cita la periodista..

“Iniciamos la entrevista. Le comenté de qué iba el artículo y me habló de su labor en el proceso de paz en los conflictos armados de Centroamérica en los años ochenta. Lo conocí hasta ese día”, narra Morales.

“Al finalizar la entrevista se desplazó a su escritorio para buscar algunas fotos en su computadora. Allí me insinuó (con un gesto) que me sentara sobre su pierna para que pudiera ver en la pantalla. No sé qué cara hice pero recuerdo que me mencionó que su esposa no se iba a enojar”, relata la periodista.

“Ahí yo cambié el tema pues había conocido a su esposa quien fue portada de nuestra revista en febrero de ese año. Le comenté que yo la había entrevistado y que era una señora admirable”, dice Morales.

“El hecho no pasó a más. No hubo una agresión sexual, por suerte. Salí asustada y abrumada. Para ese entonces yo tenía 27 años –aunque pude haber tenido 18 o 33, y posiblemente tampoco hubiera sabido cómo reaccionar–”, sostiene.

“Ahora que leo las acusaciones de agresión sexual que se han hecho públicas, este episodio vino a mi mente (y a la mente de mi editora y de un colega periodista a quienes, en el momento, les comenté lo sucedido)”, reseñó Morales.