Edgar Fonseca, editor
La Fiscalía general aseguró ayer que el líder indígena bribri, Sergio Rojas Ortíz, de 59 años, asesinado la noche del lunes en su casa en Yeri de Salitre, Buenos Aires, no había denunciado formalmente ante las autoridades amenazas de muerte en su contra.
Según la Fiscalía, Rojas no interpuso el lunes ninguna denuncia, ni en calidad de ofendido ni tampoco como testigo.
Él se presentó a la Fiscalía de Buenos Aires para acompañar a dos personas que presentaron una denuncia escrita, sostuvo el Ministerio Público.
Según el informe oficial, ni en el 2018, ni en lo que va del 2019, se presentó ninguna denuncia por amenazas o delitos de agresión o contra la vida, por parte del parte del ofendido Rojas Ortiz.
Él no figura ni como víctima ni tampoco como testigo de hechos de esta naturaleza, en ese período, ratificó la Fiscalía.
Con base en la prueba recopilada hasta el momento, no se ha determinado que el móvil de los hechos suscitados ayer tenga relación con la denuncia presentada por las personas indígenas que fueron acompañadas por el señor Rojas Ortiz, consignó el ente fiscal.
La Fiscalía reiteró su compromiso de investigar de manera objetiva este caso de homicidio y reprocha los hechos de violencia de los que fue víctima el dirigente indígena.
Estupor y repudio
El asesinato de Rojas Ortíz causó estupor y repudio público.
El presidente Carlos Alvarado calificó ayer como un “día trágico para el pueblo bribri”.
La Defensora de los Habitantes condenó la acción mientras que se generó una ola de repudio nacional e internacional de organizaciones no gubernamentales defensoras de los derechos indígenas y de otros personajes públicos.
El suceso conmovió a medios oficiales conocedores de la actividad de Rojas en defensa de los derechos indígenas en la zona.
Según trascendió, al líder indígena lo mataron de al menos 15 balazos en su casa, horas después de denunciar ante la Fiscalía la usurpación de un terreno en Salitre, Buenos Aires.
El OIJ fue alertado a las 9 p.m. del suceso.
Una llamada al 911 alertó del hecho.
Oficiales judiciales de la zona llegaron a la casa y ubicaron su cuerpo en una habitación de la segunda planta con varios impactos particularmente a nivel del abdomen.
El cuerpo fue levantado en la madrugada y se custodió la escena. Esta mañana iban a hacer una inspección minuciosa, dijo un portavoz judicial.
Un día trágico, dijo presidente
“Repudiamos el asesinato del líder indígena Sergio Rojas. Un día trágico para el pueblo bribri, nuestros pueblos indígenas y todo Costa Rica”, destacó el presidente Alvarado.
“Hacemos un llamado al diálogo y la paz”, agregó.
El mandatario anunció respaldo del Ministerio de Seguridad al Organismo de Investigación Judicial, para esclarecer a la brevedad lo acontecido con Rojas.
“Todo el apoyo del MSP al OIJ para dar con los responsables y esclarecer este lamentable hecho”, dijo el presidente Alvarado.
Denunció amedrentamiento y lo mataron
El asesinato es un duro golpe en la lucha por la defensa de los derechos humanos, pues se trata de la muerte de una persona defensora de derechos de los pueblos indígenas en Costa Rica, específicamente para los territorios indígenas de Salitre, denunció la Defensoría de los Habitantes.
Informaron que el viernes pasado la Defensoría de los Habitantes atendió una solicitud del dirigente para que la policía acudiera a una finca que las personas indigenas habían recuperado porque quienes intervinieron los terrenos utilizaron detonaciones como una medida para amedrentarlos. Los efectivos de la policía llegaron al lugar y les manifestaron a las personas indígenas que procedieran a poner la respectiva denuncia ante el OIJ.
Según la Defensoría, Sergio , como en ocasiones anteriores, fue el lunes a la Fiscalía a interponer la denuncia y en la noche, fue asesinado.
Desde el año 2012 la Defensoría ha mediado en múltiples conflictos territoriales que se han presentado en el el Territorio Indígena de Salitre, se han tomado acuerdos que el Estado sigue sin cumplir, destacó la entidad.
Informaron de una medida cautelar dictada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para garantizar la vida y la seguridad de las personas indígenas bribris.
En la administración anterior se elaboró un protocolo, pero pese a las múltiples gestiones de la Defensoría aún se encuentran pendientes de cumplimiento, lamentó la entidad.
Las usurpaciones en ese territorio son constantes y la policía ha puesto como condición para actuar que el INDER concluya un plan de recuperación de tierras indígenas que va a paso sumamente lento, denunció la Defensora.
Ante la escasa efectividad de las acciones gubernamentales –añadieron– las personas indígenas decidieron recuperar las tierras por cuenta propia, quedando expuestos a discriminaciones, ofensas, agresiones y ahora al asesinato. Ninguna forma de violencia hacia una persona o hacia alguna de las partes involucradas tiene justificación alguna, enfatizaron.
Elogiaron a Rojas como un defensor de derechos indígenas abocado a la recuperación de sus tierras y de su cultura bribri. Su abrazo fuerte, su sonrisa sincera y sus palabras vehementes, lo caracterizaban como un líder indígena bribri.
La Defensoría de los Habitantes repudió el asesinato y solicitó a las autoridades judiciales investigar con celeridad este lamentable asesinato en aras de establecer las responsabilidades correspondientes.