Edgar Fonseca, editor

El Arzobispo de San José, Monseñor José Rafael Quirós, reaccionó ayer contundente contra el proyecto del diputado PAC, Enrique Sánchez, que pretende obligar a los sacerdotes a denunciar ante las autoridades las confesiones de abusos sexuales contra menores.

“Aunque se ponga en peligro la vida del sacerdote, el sigilo no se debe violar, no se debe revelar lo que se ha dicho en confesión”, advirtió  monseñor Quirós, en su más fuerte pronunciamiento público tras los escándalos de denuncias contra sacerdotes por supuestos delitos sexuales.

El analista político Juan Carlos Hidalgo calificó de “ocurrencia” inviable del partido gobiernista el proyecto.

“La confesión es una de las instituciones más sagradas del catolicismo. No observarla es, literalmente, un sacrilegio. Esta no es una opinión mía, ni estoy justificando la validez o no de dicho voto. Simplemente es un hecho”, aseveró Hidalgo, quien denunció que, por esa manifestación, ha sido objeto de ofensas de las “hordas oficialistas”.

La iniciativa pretende modificar el artículo 49 del Código de la Niñez y de la Adolescencia.

Según el proyecto, se obligaría a grupos religiosos, culturales, deportivos, juveniles a elevar a las autoridades correspondientes casos de abusos que conozcan.

Los sacerdotes se verían obligados a romper su sigilo de confesión y poner en conocimiento de las autoridades aquellos casos en que en una confesión se enteren de abusos sexuales contra menores.

“Si a la cárcel hay que ir, pues a la cárcel vamos, pero romper el sigilo sacramental JAMÁS!!!! Dixit!!”, advirtió el polémico religioso Sixto Varela, canciller de la diócesis de Alajuela y cura párroco en el barrio San José de esa provincia.

La UCR anunció, también,  que cesó la relación laboral contra un sacerdote de apellido Víquez, contra quien hay orden de captura internacional por acusaciones de supuestos abusos sexuales.

Se presume que dicho religioso está refugiado en México.

El sigilo es inviolable

“El sigilo sacramental es inviolable porque todo queda en las manos de Dios”, enfatizó Quirós ante la iniciativa legislativa planteada en el plenario el martes.

“El sacramento de la confesión es ese momento en que la persona sabe que está hablándole al Señor, está abriendo su conciencia a Dios”, insistió el máximo jerarca de la iglesia local.

Aunque se realiza ante un ser humano, el sacerdote, “el ámbito en que se desarrolla es sagrado, es un ámbito que pertenece a  Dios”, enfatizó Quirós.

La Iglesia Católica costarricense cuestionó igualmente el proyecto de ley.

En el sitio iglesiacr.org, de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, la iglesia local enfatiza las razones por las que se oponen a la iniciativa legislativa ‘presentada este martes en la corriente legislativa.

“Obligar a irrespetar el sigilo sacramental, es más bien un peligro para la práctica de la libertad religiosa de los católicos en general y poco o en nada ayudará a la administración de justicia en perseguir al posible autor de un delito”, sostiene la posición de la iglesia costarricense.

“Creo que la iglesia tendrá que replantearse cuando el interés superior del menor se impone ante cualquier norma”, resaltó el diputado Sánchez, impulsor del proyecto.

El sacerdote está obligado al sigilo sacramental, dice la iglesia

El sacerdote está obligado al sigilo sacramental, advierte el manifiesto de la iglesia.

“El sacerdote –añade– está obligado al sigilo sacramental, por lo cual le está terminantemente prohibido al confesor descubrir al penitente, de palabra o de cualquier otro modo, y por cualquier motivo. (canon 983. 1) La pena canónica para el sacerdote que irrespete directamente el sigilo sacramental es de ex comunión (canon 1388)

“La Iglesia custodia el gran tesoro del sacramento de la penitencia como medio de salvación, para lo cual el penitente dice sus pecados, pero el sacerdote no debe pedir nombres, ni detalles, ni circunstancias al penitente. Y como se ha expuesto en condiciones ordinarias, el sacerdote debe escuchar confesiones en el confesionario, mucha de las veces no sabe de la identidad del penitente, y no debe pedir detalles de los hechos que se le confiesan.”, agrega la iglesia”

Citan al Padre Carlos Manuel Arguedas Chávez, Especialista en Derecho Canónico, quien advierte que hay un error de apreciación pues pone al sacerdote en el ámbito del sigilo profesional, y no debe ser profesional sino sacramental y la materia es de conciencia, en donde la persona se acusa de haber cometido el pecado y en el ámbito externo, la persona no tiene la misma  obligación de auto acusarse.

Para las autoridades católicas la información que pueda tener el confesor respecto de la comisión de un delito es muy poca y no ayudará a perseguir un delito, agrega el comunicado.

Obligar a irrespetar el sigilo sacramental, es más bien un peligro para la práctica de la libertad religiosa de los católicos en general y poco o en nada ayudará a la administración de justicia en perseguir al posible autor de un delito., enfatiza la iglesia.