Edgar Fonseca, editor /Imagen ilustrativa

Un sacerdote de apellido Morales, vinculado por un menor a supuestos abusos, deberá cumplir una medida cautelar de arresto domiciliario con monitoreo policial, se informó oficialmente.

Morales permanecía detenido en la Unidad de Admisión de San Sebastián pero debido a complicaciones de salud, el Juzgado Penal del Primer Circuito Judicial de San José, autorizó el arresto domiciliario.

La Fiscalía Adjunta de Asuntos de Género informó que, en una audiencia realizada ayer ante el Juzgado Penal del I Circuito Judicial de San José, solicitó que se le cambiara al imputado Morales la medida cautelar de prisión preventiva por arresto domiciliario, confirmó Sharon Hernández, portavoz del Ministerio Público.

La decisión, dijo, obedeció a que un dictamen de Medicina Forense acreditó que este sufre un padecimiento de salud, a raíz del cual existe imposibilidad de que permanezca recluido en un centro penal en el que se garanticen las condiciones adecuadas de salubridad y tratamiento de su enfermedad.

El Juzgado ordenó el arresto domiciliario con monitoreo de Fuerza Pública las 24 horas, medida que regirá por los próximos seis meses. En caso de que exista inconveniencia para ejecutar lo resuelto, se señalará nuevamente una audiencia para valorar un cambio o imposición de más medidas cautelares, añadió la fuente oficial.

Morales fue detenido cuando intentaba salir del país rumbo a Panamá el 23 de marzo anterior.

Es acusado de presunto abuso y presunta violación de una persona menor de edad al momento de los hechos.

La denuncia canónica en dicho caso data de 2013.

El religioso fue suspendido de sus funciones a raíz de tal denuncia.