Edgar Fonseca, editor/Foto Twitter Fuerza Pública
Justo y merecido reconocimiento presidencial a 40 oficiales de la Fuerza Pública que en, un acto de heroísmo, salvaron la vida de una bebé de 10 meses tras despejar de un bloqueo un puente en Monterrey de San Carlos.
Con las manos y con los pies, los oficiales no perdieron un instante para, ante un acto criminal, no de protesta, como este, despejar la ruta a una ambulancia que trasladaba a la menor desde Guatuso en emergencia cardiorespiratoria.
De esta inhumana acción no se percataron los irresponsables, que deberían ser perseguidos por la Fiscalía hasta dar con ellos, al descargar la piedra y el lastre que obstaculizó el paso por aquella vía.
Sin embargo, gracias a a diligencia, al esfuerzo y, ante todo, al compromiso de servicio público, los oficiales lograron despejar el paso y garantizaron que la menor llegara a salvo al hospital de San Carlos.
Milagrosamente así ocurrió y, por la acción de estos oficiales, el país no lamentó una desgracia innecesaria por la arbitrariedad de los chantajistas.
Que se extienda el homenaje de todo el país a las decenas de oficiales que, en una operación fulminante, limpiaron la madrugada del martes el resto de rutas nacionales, en particular la neurálgica 32 hacia el Atlántico.
Lo hicieron de manera impecable.
Con firmeza, con decisión, con contundencia y, ante todo, con una envidiable ausencia de consecuencias violentas como lo pretenden los extremistas y agitadores detrás de los más recientes acontecimientos en nuestras calles.
Merecen todos estos oficiales el más sentido reconocimiento de un país que repudia tales acciones de chantaje con tufo sedicioso en las que se encuentran montados algunos inescrupulosos para probar la capacidad de resistencia institucional.
La Fuerza Pública es una institución clave en las presentes circunstancias para mantener y hacer respetar el orden.
Lo demostró durante la fracasada huelga nacional que orquestaron los mismos actores hace un año.
Y lo demostró en la presente semana al atender la orden presidencial de romper con los chantajistas y bloqueadores que solo buscan sumir al país en el caos y en la anarquía.
¡Justo y merecido homenaje en estas horas a estos oficiales, héroes!
