Fuerte crítica a obispo por exigir que la iglesia participe en política

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Edgar Fonseca, editor/Danny Solano Facebook Eco Católico
El vehemente reclamo del obispo de Tilarán, monseñor Manuel Enrique Salazar, quien exigió el viernes en Cartago el derecho de los católicos, clérigos y fieles, a participar en política, generó fuertes críticas de observadores del acontecer nacional.
“Como ciudadanos, los católicos tenemos el derecho inviolable de meternos en política”, afirmó el prelado el viernes durante la celebración de la festividad de la Virgen de los Ángeles, Patrona de Costa Rica, en la basílica de Cartago.
“Como creyentes –insistió– tenemos la obligación de involucrarnos en política, para construir un país mejor, para construir el Reino de Dios”.
“Los clérigos políticamente tenemos derecho a no ser ciudadanos de segunda categoría, minoría discriminada”, puntualizó en el acto en presencia del presidente Carlos Alvarado y de otros jerarcas públicos.”En una democracia, los creyentes tenemos derecho a la libertad religiosa, la exigimos”, exclamó.

La iglesia no debe meterse en política

Sus palabras no fueron vistas con agrado por tres analistas que así lo expusieron en la red Twitter.

“El obispo de Tilarán habló hoy como si los católicos fueran una fuerza política unificada y sometida, en esa dimensión, a la jerarquía eclesiástica. Craso error”, criticó el periodista y diplomático Eduardo Ulibarri.

“Los católicos son seres autónomos que ejercen su voto, de manera autónoma, en función de múltiples factores”, dijo el analista.

“La separación entre Estado e Iglesia, que siempre he defendido, involucra no solo impedir la intromisión del clero, la fe y a la Virgen en asuntos políticos; también implica impedir que la política se involucre en asuntos de fe, tanto para promoverla como para socavarla”, afirmó el exministro y exdiputado PLN, Francisco Chacón.

“Sí, los católicos podemos meternos en política: como ciudadanos, no como católicos”, advirtió el exvicepresidente Kevin Casas. “Separar la política y la religión es un logro cumbre de la civilización occidental”, puntualizó.

“Sacrificarlo para resolver urgencias de coyuntura es regresar 300 años en nuestra evolución política. ¡Ni locos!”, enfatizó Casas.

Clamor contra violencia

A nombre de la iglesia, el obispo también clamó en el mismo acto contra la violencia y llamó a la protesta pacífica, “al estilo tico” en momentos de fuertes crispación social.

“Claro que hay derecho a la protesta legítima”, dijo el obispo Salazar.

A menos de una semana de un misteriosa explosión a un costado del edificio de Teletica, Sabana, la jerarquía de la iglesia mostró preocupación porque haya más hechos de violencia en el país.

“La violencia solo engendra violencia”, advirtió monseñor Salazar.

“¡O negociamos como hermanos, o estamos sembrando la semilla nefasta de la violencia y de la dictadura! Unidos somos fuertes, divididos somos débiles. ¡O nos unimos o nos hundimos!”, insistió.

No al matrimonio igualitario

Le jerarquía eclesiástica también ratificó su oposición frontal al matrimonio igualitario y al aborto terapéutico, lo que desató fuertes críticas en redes sociales.

“Que quede claro: desde la fe cristiana el respeto al otro sexualmente diverso no implica la promoción de ese estilo de vida, ni de su equiparación al matrimonio entre hombre y mujer”, enfatizó el prelado.

 

No a los bloqueos de vías

El obispo Salazar también censuró los bloqueos de vías que afectan a personas servicios y mercancías.

“Hay que ser ser creativos y buscar nuevas formas aceptables de protesta y presión cotidiana”, destacó el alto prelado en un mensaje que encabezó con una oración por la gestión del presidente Carlos Alvarado, presente en el acto.

“Gobernar es tarea difícil e ingrata”, dijo el prelado a la vez que oró por el gobernante y su gobierno.

Pero le pidió diálogo.

El gobierno, insistió ,debe estar dispuesto, a escuchar, negociar y dialogar.

Se requiere una mejor comunicación con los gobernados, le dijo el obispo Salazar al mandatario.

“Como católicos nos sentimos a veces marginados invisilizados por autoridades civiles”, sostuvo.

El acto se celebró como culminación de una multitudinaria romería que se desarrolló a lo largo de la tarde y noche del jueves y la madrugada del viernes con informarse de mayores incidentes.

Las autoridades estimaban que unas dos millones de personas pudieron movilizarse hacia la basílica.

Angustia por alto desempleo

El mensaje de la iglesia no dejó de lado la alusión a temas sociales críticos, como el desempleo que alcanzó en el segundo trimestre del año una tasa del 11,9%, 3 puntos arriba del mismo periodo del año anterior.

“Nos angustia”, dijo monseñor Salazar.

También aludió a la inseguridad y a la falta de vivienda.

Condenó, además, la corrupción.

Este país tiene recursos pero no están suficientemente bien administrados, dijo.

“¡Castigo para los corruptos!”, exclamó.

“Ladrón que roba al pobre tiene 100 años de condenación”, enfatizó.

La homofobia es antievangélica pero…

En el candente tema de la diversidad, el obispo Salazar aseveró que la iglesia no rechaza a las personas sexualmente diferentes pero advirtió que no promueve ese estilo de vida ni la equiparación de su equiparación al matrimonio entre hombre y mujer.

“La homofobia es antievangélica”, afirmó.

“A una persona sexualmente diferente: “¡Quién soy yo para juzgarla!”, planteó.

“Los cristianos no podemos rechazar a nadie y por ende a las personas sexualmente diversas”, insistió.

“Los cristianos debemos amarlos y respetarlos, aunque en ciertos asuntos no estemos de acuerdo con ellos”, expresó el jerarca eclesial.

Sin embargo, el obispo de Tilarán aclaró que la iglesia no promociona el estilo de vida de los sexualmente diversos.

“Rechazamos la imposición de esa visión de género al pueblo costarricense sobre todo donde se viola y pisotea la patria potestad de sobre los menores de edad”, ahondó.

Cultura de la vida

El obispo Salazar defendió la cultura de la vida y censuró opciones como el aborto provocado, la fecundación in-vitro, la manipulación genética sin fines éticos, métodos abortivos anticonceptivos uy la eutanasia.

El gobierno impulsa el aborto con fines terapéuticos.

“La Iglesia Católica promueve la cultura de la vida y ni de la muerte”, destacó.

“La vida humana es inviolable desde su concepción hasta su muerte natural”, expresó el prelado.