Edgar Fonseca, editor
“En el Bicentenario hay una Costa Rica brillosa que nos espera”, destacó el presidente Carlos Alvarado en la conmemoración del 198 aniversario de la Independencia.
Lo resaltó tras admitir el sábado en Cartago, durante el tradicional desfile de faroles en la Vieja Metrópoli, que el país atraviesa “tiempos complejos”.
Alvarado vaticinó tiempos mejores durante el acto del celebración central la mañana de domingo ante el Monumento Nacional junto a cabezas de otros poderes y delegaciones extranjeras.
“¿Cuándo no hemos tenido que sacar lo mejor de nosotros para salir adelante?”, desafió.
“¿Cuándo no hemos requerido del amor y el coraje para hacerlo?”, resaltó.
Grandes retos
“Celebramos los 198 años de independencia de nuestro país; uno pequeño en geografía, enorme en corazón y hoy con grandes retos en frente, puntualizó el gobernante en medio de dura crítica publica a su mandato tras dos años de gobierno.
Quitar nudos
“Heredamos un instrumento hermoso llamado Costa Rica, al que hoy debemos quitarle los nudos que detienen su progreso”, dijo.
“Este Gobierno es uno de reformas y estamos trabajando para liberar todo el potencial humano, social y ambiental de este país”, sostuvo.
“En el Bicentenario hay una Costa Rica brillosa que nos espera”, ratificó.
“Lo veo todos los días en nuestro sistema educativo, en la cultura, el espíritu, las ciencias y la técnica”, expresó.
“Estamos trabajando por ese cambio con mucho esfuerzo. Porque cambiar es transformar, cambiar es incomodar, cambiar es un futuro vigoroso, vaticinó.
Tiempos complejos
“Los tiempos son complejos en el país y en el mundo, sin embargo, sé que podemos y saldremos adelante”, afirmó la noche del sábado en Cartago.
“Está en nuestro ADN costarricense ser un país que se supera con el esfuerzo de su gente”, manifestó.
“Nos debemos a 198 años de historia independiente que nos han constituido en un país que brilla ante el concierto de las naciones”, dijo.
“Seguiremos honrando nuestra tradición de superación y de esfuerzo, con muchísimo amor y trabajo. ¡Que viva Cartago y que viva mil veces Costa Rica!”, insistió.