Un valiente que denuncia a la dictadura y es agredido en San Ramón

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• Norman del Valle, de 81 años, fue expulsado a la fuerza de un evento en el Museo Regional de San Ramón, por críticar a la dictadura castrista.

• Informe especial, Yoani Sánchez, 14ymedio.com, La Habana

Responde al teléfono con voz lozana, como si no tuviera 81 años. Norman del Valle está al otro lado de la línea y solo conozco una imagen de él, la de un anciano sacado a la fuerza del Museo Regional de San Ramón de la Universidad, en Costa Rica. Pero en la medida en que habla, me llegan otras instantáneas. En una se le ve como activista, en otra emigrado, padre de familia, amante de los perros; pero en todas se nota que es un cubano que lleva la Isla consigo.

“Llamo desde La Habana”, digo con cierta timidez y me devuelve un saludo como el que haría un vecino de toda la vida al que me encuentro subiendo la escalera de mi edificio cuando el ascensor está roto. En solo unos segundos estamos conversando frente a una hipotética taza de café recién colado y, el tiempo, la distancia o los avatares de las comunicaciones telefónicas desde Cuba ya no importan.

“Acto de solidaridad”

El sábado pasado, Norman del Valle tomó un sobre con unas decenas de hojas donde compiló la presencia armada y la intervención ideológica de la Plaza de la Revolución a lo largo del planeta y especialmente en América Latina. Delgado, nudoso y vital se fue a participar en una de esas convocatorias que usan la palabra “solidaridad” o “paz” pero difundir la propaganda oficial cubana en el extranjero.

“Me mandaron la invitación al evento y me dije ‘soy cubano’ y tengo que saber qué está pasando ahí”, advierte este jubilado, nacido en Santa Clara y subdirector ejecutivo del Movimiento Democracia. Pendiente de lo que pasa en su tierra, Del Valle viajó por primera vez a Costa Rica siendo niño y más tarde tuvo en ese país un negocio de exportación de vegetales hacia Estados Unidos. “Cuando me jubilé, decidí quedarme aquí”.

El 21 de septiembre, llegó al Museo Regional de San Ramón, una construcción con un amplio patio central y salones que se alquilan para conferencias, conversatorios y otras actividades privadas. Nada más entrar, fue captado por el operativo de seguridad que vigilaba el evento, en el que participó el embajador cubano en Costa Rica, Danilo Sánchez.

“Desde que llegué se me pegó al lado un hombre que empezó a hacerme preguntas”, recuerda. “Quería saber si conocía a Marco Rubio, Ileana Ros-Lehtinen o Mario Díaz-Balart”. Para “despistar” al vigilante, Del Valle se acercó a una mujer que distribuía sellos para colgar en la ropa con la imagen de Che Guevara y trató de poner cara de admirador del castrismo, pero no convenció a nadie.

“Un momento, no compare a esos patriotas con los atorrantes que hoy gobiernan Cuba”, salió de la garganta del exiliado en medio del acto y levantó la mano para pedir la palabra. Caras largas, parálisis momentánea en los gestos de Sánchez y de inmediato se activó un operativo de expulsión. En unos segundos, el anciano fue arrastrado hacia la puerta de salida por dos individuos vestidos de civil.

Ver: 14ymedio.com, La Habana