Fuerte microsismicidad en Valle Central en agosto y setiembre/Expertos analizan fenómeno

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Estadio National and La Sabana Park. San José Costa Rica

Edgar Fonseca, editor

Un fuerte periodo de microsismos se dio durante agosto y setiembre en el Valle Central, según el más reciente reporte de Ovsicori-UNA.

Los expertos siguen con cuidado el fenómeno que abarca la zona más densamente poblada del país.

Hasta el 8 de octubre, las estaciones sismológicas registraban unos 411 microsismos en esta área en lo que va del año.

La región  alberga al 70% de la población y está bajo intensa observación de sus fallas, de su distribución y extensión y del potencial y riesgo sísmico, destacó el informe.

Los sismólogos califican como “abundante microsismicidad” la que se detectó en zona central del territorio en estos dos meses.

Los dos sismos más fuertes del periodo se dieron el 25 de setiembre, en Desamparados, San José, y el 15 de setiembre en Santo Domingo de Heredia, zonas densamente urbanizadas, con magnitudes de 3.2, cada uno, y a profundidades de 9.2 kilómetros y 7.5 kilómetros, respectivamente.

En total, las 70 estaciones sismológicas de Ovsicori, distribuidas a lo largo y ancho del territorio, detectaron en esos dos meses  1505 sismos, unos 24 temblores diarios, en promedio.

La sismicidad se encuentra localizada en 9 cúmulos o grupos de eventos bastante bien diferenciados, consignó el informe.

Los microsismos en el Valle Central, de baja magnitud, pueden ser percibidos por la población cuando su profundidad es somera y la liberación de esfuerzos es considerable, dijeron.

Este tipo de sismos no ocasionan algún tipo de daño (material y/o humano), pero pueden alarmar y generar preocupación, principalmente entre la población más cercana a las regiones epicentrales, citó el estudio divulgado el martes anterior y que dio cuenta que, en ese lapso, agosto fue el más activo con 843 temblores registrados, unos 27 sismos diarios, en promedio.

El informe lo prepararon los expertos Esteban J. Chaves, Floribeth Vega, Marino Protti, Christian Garita, Walter Jiménez, Carlos Sánchez, Sofía Hernández, Daniel Gutiérrez y Hellen Solís.

Fallas activas bajo la lupa

Dada la intensa microsismicidad en el Valle Central, los especialistas mantienen un estudio a profundidad de las fallas activas en esta región, la más poblada y urbanizada del país.

Informaron que se encuentran trabajando en la caracterización del potencial sísmico de las fallas activas distribuidas a lo largo del Valle Central.

El Gran Área Metropolitana (2044 km2) es la región más urbanizada y económicamente activa del país, donde convergen hospitales, escuelas, edificios y complejos residenciales. Debido a la alta densidad urbanística, es prácticamente imposible poder reconocer visualmente, a partir de imágenes aéreas o bien en el campo, la traza y/o geometría de la mayoría de las fallas activas que se ubican a lo largo de esta región, añadió el reporte.

La microsismicidad y el estudio de su fuente sísmica, es entonces, fundamental para poder caracterizar la complejidad sismo-tectónica del Valle Central (la distribución y extensión de las fallas sísmicas) y hacer una mejor evaluación del potencial y riesgo sísmico con el propósito de crear ciudades más seguras, dijeron.

Hasta el momento del reporte, 8 de octubre, en la región central del país fueron registrados  un total de 411 microsismos con magnitudes locales entre 0.0 y 3.50.

Sismo de Desamparados muy sentido

El sismo de Desamparados, San José, de magnitud 3.2, del 25 de agosto a las 01:37:38, es un ejemplo claro de la importancia de la microsismidad para la caracterización de los parámetros de fuente sísmica con el propósito de mejorar el entendimiento de los procesos tectónicos en una región tan compleja y densamente urbanizada y poblada, que de otra forma no podría ser evaluada en el campo, detalló el reporte.

Dicho temblor tuvo una profundidad de 9.2 kilómetros, ocurrió en uno de los cantones más poblados de San José y fue ampliamente percibido por la población del Valle Central, destacaron.

A pesar de ser un evento de baja magnitud generó sacudidas moderadas en superficie, explicaron.

Temblor de la Independencia en Santo Domingo de Heredia

El 15 de setiembre a las 23:22:16  se dio un sismo con magnitud local de 3.20 a 7.5 kilómetros de profundidad, agrega el informe. El epicentro de este sismo se ubicó en Santo Domingo, Heredia, justo por debajo de una zona densamente poblada y urbanizada, en donde es prácticamente imposible identificar mediante imágenes aéreas o trabajo de campo, algún tipo de evidencia que permita caracterizar la traza de una falla activa, consignó Ovsicori.

Dicho temblor fue ampliamente reportado como sentido por la población del cantón de Santo Domingo y central de Heredia. A las 23:07:39, 15 minutos antes del evento principal, un sismo con magnitud 1.6 ocurrió en esta misma zona, a una profundidad similar. Este microsismo es un antecesor del evento principal. Un total de 4 réplicas fueron localizadas por la red sismográfica.

Los expertos enfatizan que la caracterización sismo-tectónica de la microsismicidad que ocurre en esta zona, al igual que en el resto de la GAM es crucial para el desarrollo de edificaciones y en general, ciudades más seguras.

  • Pacífico Central y Pacífico Sur

-La actividad sísmica a lo largo del Pacifico central y sur del país, principalmente frente a las costas de Esterillos y Uvita de Puntarenas, se caracterizó por tener magnitudes locales que oscilan entre -1 y 5.0, y cuya profundidad no supera los 35 km. En su mayoría, esta sismicidad se da a lo largo de la interfaz donde la placa oceánica del Coco se subduce por debajo de la placa continental del Caribe y la microplaca de Panamá en una zona muy particular, donde existe una alta complejidad geométrica debido a la subducción de montañas submarinas y rugosidades de la placa oceánica del Coco, citó el estudio.

  • Golfo de Nicoya, zona muy activa por enjambres

-La entrada al Golfo de Nicoya destaca como una de las zonas regiones sismotectónicas más activas del país durante los meses de agosto y setiembre de este año, agregó el análisis sismológicas.

Generalmente, en esta región la actividad sísmica tiene un comportamiento de tipo enjambre, dominado por micro-sismicidad, eventos con magnitudes locales entre 0 y 3.5, localizados a lo largo de la interfaz entre la placa oceánica del Coco y la placa continental del Caribe a profundidades de entre 20 a 35 kilómetros.

Jaco y Esterillos con gran deslizamiento subterráneo

Observaciones geofísicas, utilizando instrumentación tanto sismológica como de GPS han demostrado la existencia de cambios en las propiedades de fricción en la interfaz a lo largo de la trinchera mesoamericana en la península de Nicoya. Albergando no sólo actividad sísmica de gran magnitud, como el pasado terremoto de Nicoya, 7.6, del 5 de Setiembre del 2012 a las 08:42 am hora local, sino también terremotos lentos (sismos que tienen una duración de horas, días o meses y no generan radiación sísmica), y deslizamiento constante.

A pesar de que la zona sismogénica por debajo del Golfo de Nicoya no tiene la capacidad para generar sismos con magnitudes mayores a 6.9, debido a la presencia de montañas submarinas que se subducen y la heterogeneidad mecánica del medio, observaciones recientes evidencian que es justo en esta zona, junto con el área por debajo de Esterillos y Jacó, donde ocurre el mayor deslizamiento por sismos lentos, anotaron los especialistas de Ovsicori.

  • Corredores de Puntarenas y la Península de Burica, 1650 réplicas desde el sismo del 26 de junio

-Tras el sismo de Corredores de Puntarenas, 6.3, del 26 de junio a las 05:23:47, se han generado un total de 1650 réplicas con magnitudes locales entre -1 y 5.0, mencionó el análisis.

Los sismólogos trabajan para caracterizarlo de una manera robusta la actividad en la zona.

Destacan una observación detallada de las primeras 150 horas de la secuencia de réplicas en Corredores donde se evidencia el proceso de interacción sísmica en el campo cercano.

La observación de las primeras horas 10 horas de actividad sísmica en Corredores  detectó que las réplicas generadas abarcan regiones desde unos pocos metros, con respecto a la zona de nucleación, hasta la periferia del área de ruptura del sismo principal, de unos 15 kilómetros.