Edgar Fonseca, editor/Foto diario El Universal Ciudad de México
“Ya paren todo oiga, ya me entregué, ya paren todo, por favor. Ya paren todo, ya tranquilos, ya ni modo. Dígales que se retiren. Pero ya dígales, ya no quiero que haya desmadres. ¡Ya no quiero que haya desmadre por favor!”, se escucha decir a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán en un video divulgado este jueves en Ciudad de México de su fallida captura el 17 de octubre en Culiacán, Sinaloa.
Guzmán sale de la casa con las manos en alto, encañonado, con camisa blanca, gorra negra y un escapulario al pecho.
Los soldados lo hincaron de espaldas contra una pared y luego lo dejaron ir, muestra el video difundido esta mañana de jueves por el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval.
El video detalla el momento de la acción policial en un inmueble en Culiacán, Sinaloa, informa el diario El Universal de Ciudad de México.
Guzmán es requerido para extradición por EE.UU. por cargos de narcotráfico.
Grupos narcos leales a Guzmán desataron el caos en las calles de la ciudad de Culiacán, posterior a su captura, por lo que las autoridades lo dejaron libre con el aval del presidente López Obrador.
Creían que los atacaban bandas criminales
“No somos delincuentes señora”, señala un elemento castrense a una mujer que se encontraba junto con Guzmán López, destaca el diario.
Durante la conferencia de prensa mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, el general Sandoval fue el encargado de hacer una relatoría des hechos en el fallido operativo del pasado 17 de octubre.
“Sal, sal, sal Ovidio”, le dijeron
Según el general Sandoval, a las 15:15 horas del jueves 17 de octubre, Ovidio salió al estacionamiento de la casa en donde fue ubicado con las manos en alto, portando una camisa clara y una gorra negra, cita el sitio proceso.xom.mx.
A las 15:15 horas, relató, Ovidio salió al estacionamiento del inmueble, donde elementos de las FA lo detienen y lo invitan a persuadir a sus hermanos para detener las agresiones debido a que se estaba poniendo en riesgo a la población.
“Sal, sal, sal Ovidio”, dice uno de los elementos de las fuerzas armadas.
“¿Traes armas?”, le cuestiona. “No, ya no”, responde el hijo del Chapo.
“Ya no quiero que haya desmadres, por favor”, pidió Ovidio por teléfono mientras se encontraba detenido.
“Ya paren todo”, insistió en reiteradas ocasiones.
Según el jefe militar, durante la llamada telefónica con su hermano Iván Archivaldo Guzmán Salazar, éste le señala que no va a cesar las acciones e incluso lanza amenazas contra militares, añade proceso.xom.
El reporte de las primeras agresiones a militares en diversos puntos de Culiacán se reportaron a las 15:25 horas.
Luis Cresencio Sandoval detalla que a las 15:45, el Gabinete de Seguridad informó al presidente Andrés Manuel López Obrador sobre los hechos en Culiacán, destaca proceso.com.
Cinco minutos después, se reporta que vehículos con gente armada rodearon las Bases Militares de Operaciones en Cosalá, Costa Rica y El Fuerte y que había varios elementos castrenses retenidos.
Posteriormente, a las 17:04 horas, dijo el jefe militar, se registraron agresiones, despojo y quema de vehículos en diferentes puntos de la ciudad y la fuga masiva de reos del penal de Aguaruto.
Finalmente, “a las 18:49, por decisión del Gabinete de Seguridad se determina retirar a las fuerzas que realizaban la operación y a las 19:17 la estructura delictiva libera al primer Oficial y a la Cuarta Tropa”, informó el titular de Sedena.
A las 18:45 el presidente López Obrador se trasladaba de la Ciudad de México a Oaxaca. 45 minutos después, el Gabinete de Seguridad emitió el primer mensaje por los hechos ocurridos, agrega el medio.
Atacaron unidad militar
El mando militar explicó que debido a las agresiones de los presuntos delincuentes contra elementos de la Sedena no se pudo completar el cerco de seguridad exterior en contra del hijo del líder del cartel de Sinaloa.
También dio a conocer las agresiones que los delincuentes realizaron a civiles, así como en la Unidad habitacional militar donde, dijo, hicieron fuego contra los edificios, lanzaron granadas de 40 milímetros, no explotaron porque la distancia no fue la suficiente.
Explicó que un sargento salvó la vida de un grupo de niños que jugaban en el lugar, pero fue retenido por los delincuentes, informa El Universal.