Edgar Fonseca, editor
El dictador Daniel Ortega amenazó con ir a la guerra en Nicaragua para evitar el destino del expresidente Evo Morales, quien cayó el domingo tras 13 años en la presidencia de Bolivia, informa el diario La Prensa de Managua.
Según Ortega, en Bolivia hubo un “golpe de Estado”.
Fueron sus primeras manifestaciones públicas tras la abrupta salida de la presidencia de Morales, acorralado por denuncias de fraude electoral, una rebelión ciudadana y bajo ultimátum del ejército.
El exgobernante boliviano se asiló en México temeroso por su vida.
Jugando con fuego
«Que se fijen bien lo que están haciendo los imperialistas de la tierra aquí en Bolivia. La señal que le están dando a América Latina, porque hemos apostado a la vía electoral, pero creo que lo de Bolivia es una prueba de fuego para que se pueda sostener la mínima confianza en la vía electoral, de lo contrario los pueblos se sentirán con todo el derecho, la obligación, de buscar las armas para tomar el poder por la vía revolucionaria», dijo Ortega la noche de este jueves. Y continuó con la amenaza: «Que lo piensen bien los que están jugando con fuego. Que lo piensen bien», dijo, según La Prensa.
Pese a que el dictador de Nicaragua ha descartado adelantar elecciones para salir de la crisis que atraviesa el país desde abril de 2018, dijo que su administración ha «apostado a la vía electoral».
Las declaraciones de Ortega ocurrieron durante una reunión sostenida con cancilleres de los países miembros del Alba, realizada este jueves en Managua.
El dictador nicaragüense también habló del papel del Ejército y la Policía en Bolivia. «El Ejército y la Policía son determinantes para inclinar la balanza a favor del capital y del Imperio, o a favor de los pueblos, son determinantes en situaciones como esta», señaló Ortega.