Edgar Fonseca, editor/Foto diario El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia
La presidenta interina de Bolibvia, Jeanine Áñez, se trasladó a la residencia presidencial de San Jorge que fue ocupada por Evo Morales durante 13 años y nueve meses. En el lugar se asentó con parte de su familia y adoptó, incluso, una mascota. La mandataria se moviliza en vagonetas blindadas y archivó, por ahora, el lujoso Lexus que fue adquirido por el expresidente, revela este domingo un informe del diario El Deber de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia .
Una fuente militar informó al diario que la presidenta Áñez decidió trasladarse a la residencia presidencial diez días después de haber llegado a Palacio Quemado y decidió no utilizar el Lexus blindado, que fue adquirido por Morales en 2014.
El gobierno de Morales adquirió cinco vehículos de seguridad para el uso presidencial. Dos de ellos son blindados, los que costaron más de Bs 6,2 millones.
Áñez utiliza una vagoneta de este paquete que llegó en 2014. Es un vehículo blindado que es escoltado por dos motorizados. Además, tiene guardia presidencial en cuatro motocicletas que abren camino. También se pudo evidenciar un cuarto vehículo en la caravana.
“La presidenta (Áñez) decidió no utilizar, por ahora, el lujoso vehículo Lexus. Este motorizado está a su disposición en el garaje de la residencia presidencial, pero también a veces se lo traslada a Palacio Quemado para que esté a disposición de la señora presidenta”, explicó la fuente militar al diario.
Lo usaba de noche, como a escondidas
Según el diario, el exdictador usaba el Lexus solo de noche o madrugada.
Morales utilizaba a menudo el Lexus. El vehículo japonés de alta gama era aprovechado por las madrugadas y en altas horas de la noche, sobre todo cuando no había mucho tráfico vehicular. En horas pico, el expresidente utilizaba helicópteros para trasladarse al aeropuerto o a la Casa Grande del Pueblo o la residencia de San Jorge. Áñez cambió esa metodología. Emplea las vagonetas en la ciudad de La Paz para cualquier tipo de desplazamiento, agrega El Deber.