Edgar Fonseca, editor/Foto 14ymedio.com, La Habana
Camila Acosta, una periodista libre a pesar de la represión. La reportera, detenida este lunes y ‘regulada’ recientemente, ha pagado un alto costo personal por su paso de la prensa oficial a la independiente, destaca un informe del sitio independiente 14ymedio.com, desde La Habana.
Camila Acosta es una de esas jóvenes periodistas que, con apenas 26 años, ya ha transitado de la prensa oficial a los medios independientes. Antes de trabajar como asesora en Comunicación para el Club de Escritores y Artistas de Cuba, una organización alternativa y no reconocida por el Gobierno, y ser colaboradora de Cubanet, pasaba su servicio social en la televisión local de la capital, Canal Habana, relata el informe de la periodista Luz Escobar.
El paso al sector privado –agrega– le ha costado rupturas familiares, represión y el acoso de la Seguridad del Estado, como ocurre con muchos otros reporteros y activistas. Este año su nombre se sumó a la lista de regulados, eufemismo bajo el que se esconde la limitación arbitraria de salidas al extranjero a las voces que son incómodas para el Gobierno. Más recientemente, este lunes, estuvo detenida varias horas tras participar en una protesta pacífica para exigir la libertad del artista Luis Manuel Otero Alcántara.
Alejarse de la prensa del régimen es pecado capital
Cuatro años después de graduarse en la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Acosta está convencida de que el único camino para hacer un periodismo libre hoy en Cuba es alejarse de la prensa oficial, consigna el informe.
El año y medio que pasó trabajando para el Canal Habana lo recuerda como un tiempo de encierro en el que apenas tuvo posibilidades reales de superación, ni profesionales, ni económicas, reseña 14ymedio.com.