Edgar Fonseca, editor/Foto El Nuevo Día, Puerto Rico
Un médico panameño ignoró a su cuerpo. Decidió tirar pasos de salsa en eventos al que asistieron cerca de 20 mil personas en la isla del encanto, a pesar de tener los síntomas del coronavirus. En Puerto Rico hay consternación y llevan toda la razón. Se trata de una persona que juró proteger y salvar vidas, informa el diario La Prensa de Ciudad Panamá.
El hombre, de 59 años, tenía fiebre y síntomas de resfriado, pero aún así se fue al hotel Sheraton, del Centro de Convenciones en Puerto Rico, para ver a las orquestas de Bobby Valentín, Don Perignon, Luisito Carrión, Víctor García y La Sonora Sanjuanera, relata el diario.
Al volver de su periplo, el médico dio positivo en las pruebas que se le hicieron en Panamá, lo que supone un riesgo altísimo para todas las personas que tuvieron en contacto con él. En el concierto, en el avión y en el apartamento alquiló, detalla el medio.
En Panamá se informó de esta situación el pasado 10 de marzo, y de inmediato las autoridades puertorriqueñas investigaron todos sus pasos.
Ver itinerario del médico panameño, según diario El Nuevo Día de Puerto Rico
Puerto Rico consternado
La gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vásquez, dio una conferencia de prensa al lado de las autoridades sanitarias de su país, para alertar que el médico dio positivo e informó sobre todas sus movidas en la isla. Investigaron cada uno de sus pasos, agrega La Prensa.
Dijo que el 5 de marzo el médico viajó junto con cuatro personas de Panamá hacia Puerto Rico, donde se hospedaron en un apartamento de Isla Verde, bajo la plataforma Airbnb.
Dos días después, agrega el informe, el 7 de marzo, fue al evento en el centro de convenciones, a pesar de que ya presentaba síntomas, y el domingo 8 de marzo, todavía con altas temperaturas, acudió al “Día Nacional de la Zalsa”, en el estadio Hiram Bithorn, con una asistencia calculada de 15 mil personas.
El médico, precisó Vásquez, se ubicó en una silla de la fila M, próxima a la tarima, pero se retiró del festival porque no se sentía bien. Y ya, culminado el itinerario, el lunes 9 de marzo, salió de Puerto Rico rumbo a Panamá, en el vuelo 142 de Copa Airlines, aun con los síntomas.
“Estamos de muerte, porque se trata de un médico”, dijo un periodista boricua, quien explicó que el estadio de béisbol, en el que se realiza el festival, se convierte en una pista de baile enorme en donde mucha gente interactúa, añade el diario panameño.