-Busca recuperar lo invertido
-Superpaquete de materiales negociado con firmas chinas asciende a 532 millones de euros ($489.4 millones)
Edgar Fonseca, editor/Foto diario EFE, El País, Madrid
El Gobierno español trata de recuperar el dinero que pagó por los 640.000 test de antígeno que compró a través de un distribuidor español a la empresa china Bioeasy, informa diario El País de Mardrid.
Dichos tests, según denunciaron las autoridades españolas, resultaron defectuosos.
España trata de recuperar el monto que pagó tras comprobar -según el diario– que las pruebas con las que la compañía pretendía reemplazar a las originales, que son de antígeno pero usan un método distinto, no funcionan.
Como ocurrió la primera vez, tampoco estas cuentan con la sensibilidad necesaria, es decir, tienen una alta probabilidad de no detectar el coronavirus en una persona que esté efectivamente contagiada, agrega El País.
- Ver también: Costa Rica tiene en marcha compras en China por $3.7 millones. La CCSS está haciendo una compra de 3.716.000 dólares que se distribuyen en: 1.140.000 dólares en respiradores N-95 y 2,576.000 dólares en lentes de seguridad, confirmó Luis Fernando Porras, gerente de logística de la Caja Costarricense de Seguro Social. Las donaciones ascienden a $830 mil.
Misterioso intermediario
El ministerio de Sanidad de España sigue sin desvelar cuánto le costó el encargo a Bioeasy y quién es el misterioso intermediario español que hizo la operación, enfatiza el diario madrileño.
A finales de marzo el Ministerio de Sanidad tuvo que mandar de vuelta a China 58.000 test rápidos diagnósticos del total de 640.000 que había comprado para iniciar cuanto antes las pruebas masivas a profesionales de la salud y a trabajadores y residentes en residencias de mayores.
Le habían llegado dos envíos: uno inicial de 8.000 unidades y otro de 50.000.
Al comprobar varios laboratorios de hospitales madrileños en análisis de fiabilidad clínica que la sensibilidad era de un 30%, cuando según las especificaciones debía superar el 80%.
Sanidad –según la versión de El País–decidió devolverlo todo y cancelar los siguientes envíos que estaban previstos. La empresa propuso sustituir todo el pedido por otro tipo de test de antígeno, también rápido (unos 15 minutos) pero que necesitaba una máquina para leer el resultado.
Una empresa sin licencia
Después de que El País desvelara que los test no funcionaban al no ser tan fiables como aseguraba la empresa fabricante, la Embajada china en España alertó de que Bioeasy carecía de licencia en China.
El Gobierno –añade el diario– contestó que la compañía contaba con los permisos para exportar a la Unión Europea y que no había comprado los test rápidos directamente al productor sino a un distribuidor español.
Poco después de este fiasco –destaca El País–preocupada por la imagen internacional de sus productos, China decidió tomar las riendas de las exportaciones de material sanitario.
Desde principios de este mes, las empresas que fabriquen los productos exportados tendrán que estar registradas oficialmente en China además de contar con la correspondiente homologación extranjera.
La compra de estos test se produjo antes de que España cerrara con China una compra de material sanitario por valor de 532 millones de euros ($489.4 millones). China proporcionó un listado de proveedores fiables, según El País.
Según informó en su momento el ministro Salvador Illa, el acuerdo incluye el suministro durante ocho semanas de mascarillas para pacientes y profesionales mediante tres proveedores distintos y 5,5 millones de test rápidos serológicos de dos proveedores. Estos, que detectan anticuerpos y por tanto no sirven para detectar la enfermedad en los primeros días de infección, son los que finalmente han empezado a usarse para ampliar el número de pruebas diagnósticas como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), consigna el diario.