Muro de seguridad en frontera norte a pandemia/Mayor operativo en 4 décadas

731

Edgar Fonseca, editor/Foto Seguridad Pública


Con un operativo de vigilancia las 24 horas del día, para prevenir desplazamientos de inmigrantes ilegales y frenar la eventual propagación del coronavirus, remotos sectores de la frontera con Nicaragua sienten en estos momentos la mayor acción policial terrestre, aérea y acuática de los últimos 41 años.

Se trata del mayor despliegue de seguridad en el área limítrofe norte desde la revolución que tumbó en 1979 a la dictadura de Somoza.

Oficiales de distintos cuerpos policiales del Ministerio de Seguridad Pública, Migración, OIJ y Minae mantienen patrullajes en diversos puntos del cordón fronterizo de los cantones de Sarapiquí, Heredia y San Carlos de Alajuela, destacó un reporte oficial.


Las acciones, dijeron, se realizan de día y de noche para salvaguardar la soberanía y velar por el cumplimiento de medidas sanitarias que forman parte del trabajo interinstitucional en la lucha contra el covid-19 en todo el país.


Con estos dispositivos de seguridad se controla el flujo migratorio ilegal, así como los contrabandos y el tráfico de drogas, entre otros delitos, en un amplia franja fronteriza norte donde las autoridades ejecutan diversos operativos, amplió Seguridad.

Las 24 horas

Las acciones apuntan a los sitios más vulnerables al tráfico de inmigrantes, confirmó el comisionado Raúl Rivera titular de la Dirección de la Fuerza Pública de la Región Caribe .

En Sarapiquí, dichas acciones pretenden el control de flujo migratorio con un efectivo posicionamiento policial las 24 horas del día en sectores fronterizos y algunos puntos vulnerables al ingreso de personas en condición migratoria irregular, aseveró el oficial Rivera, jerarca de la zona.


Informó de controles de carretera y recorridos en sectores como La Aldea, Fátima, Monumento a La Trinidad. Boca Sarapiquí, Caño Las Marías, Caño La Tigra, Fátima, Desembarcadero Rugama, Cruce de Cipriano, Tambor, Remolinito, Cureña, Palo Seco.

Las patrullas, dijo, realizan acciones policiales tendientes a evitar el ingreso de personas de forma irregular de Nicaragua.


También hay encuentros con líderes y dirigentes locales y empresarios de la zona, para conocer sus preocupaciones y observaciones en materia de seguridad en el cordón fronterizo, manteniendo así contactos que alertarán acerca de anomalías, o el ingreso de foráneos en condición migratoria irregular.

El amplio operativo fronterizo incluye a oficiales de la Policía de Fronteras, de la Policía Profesional de Migración, del Organismo de Investigación Judicial OIJ y guardaparques del Minae.


La Policía de Fronteras rastrea –se informó– pasos habilitados como puntos escondidos entre la montaña, quebradas y ríos utilizados por coyotes para el tráfico de personas indocumentadas provenientes mayoritariamente de Nicaragua.


Las acciones las despliegan en comunidades fronterizas como Tambor, Fátima, Boca de Caño, Cureña, Cureñita, Palo Seco, La Tigra, Boca Las Marías y Boca de Sarapiquí, entre otras.

Patrullan en sitios como Remolinito, El Recreo y Boca Tapada, donde incluso se mantiene comunicación permanente, vía WatsApp, con líderes y vecinos para intervenir rápidamente en caso de cualquier incidente.

El apoyo vecinal ha permitido a las autoridades penetrar sitios apartados donde eventualmente ingresen foráneos en forma ilegal, tanto a pie, por cerradas montañas, o en botes, destacó Seguridad.