Nombramiento de Prieto en Presidencia no genera confianza/ “Es una mala señal”, dice exjefe campaña PLN

Edgar Fonseca, editor/Foto Julieth Méndez, Casa Presidencial

El sorpresivo nombramiento de Marcelo Prieto, como nuevo ministro de la Presidencia, es “una mala señal” y “no genera confianza” en el sector productivo, afirmó la mañana Francisco Chacón, exdiputado y exministro de la administración Chinchilla Miranda (2010-2014).

“Una mala señal. Ese nombramiento no genera la confianza que se requiere para la tarea titánica que se viene en ese campo”, insistió el exjefe de campaña PLN a consultas de este editor.

Prieto, exbeligerante diputado PLN, defendía hasta hace poco con los demás rectores de universidades públicas un movimiento de defensa de los recursos institucionales y tiene demandado a este gobierno en instancias jurisdiccionales contra la aplicación de normas de la nueva ley fiscal en el sector público.

Prieto fue presentado el jueves por el presidente Carlos Alvarado.

El comité político de Liberación se distanció de su nombramiento, dijo que no representa al partido y que es en su carácter personal.

Prieto fue diputado PLN en el periodo 78-82, durante la peor crisis económica que registra hasta ahora el país bajo la administración Carazo. A Prieto analistas lo identifican en el ala radical de izquierda ideológica en aquel momento de Liberación.

No llega a calentar la silla

-¿Cómo reacciona ante la designación del nuevo ministro de la Presidencia?

-“Marcelo Prieto es una persona inteligente, de carácter fuerte y una línea ideológica clara. No llega a Zapote a calentar una silla sino a hacer avanzar una agenda”, enfatizó Francisco Chacón.

-¿Es la figura necesaria para echar a andar una estrategia de recuperación económico-social pospandemia?

-Las fortalezas de Marcelo Prieto son el campo político, no en el económico. Lo primero siempre es importante para lograr lo segundo en el tanto haya claridad de lo que se requiere para la recuperación económica. Este gobierno nunca ha tenido claro lo segundo y no creo que Prieto le aporte lo que le hace falta.

Un guiño a la izquierda

-¿Cuál es el mensaje que envía el presidente Alvarado con esta designación?

-Lo interpreto como un guiño al ala izquierda de su partido y del PLN. Probablemente también a las universidades y a los sindicatos. Una señal de tranquilidad ideológica para ellos, en especial si las anunciadas negociaciones con los organismos internacionales se dificultan.

¿Le marcó la cancha el presidente?

-Recientemente el nuevo ministro lideraba con los demás rectores de las universidades públicas un enfrentamiento con esta administración por los recursos institucionales. Desde el ámbito de la austeridad y contención del gasto público, ¿cómo interpreta la designación?

-Prieto defendía entonces lo que creía y lo que siempre ha creído. No va a cambiar su pensamiento ahora en Zapote. Todo dependerá de si otros ministros lo logran contrarrestar y si el Presidente Alvarado le marcó la cancha al momento de nombrarlo.

Una mala señal

-De cara al sector productivo-privado y el desplome vaticinado en la actividad económica, ¿cuál interpretación se puede extraer con este nombramiento?

-Una mala señal. Ese nombramiento no genera la confianza que se requiere para la tarea titánica que se viene en ese campo.

Hay razones para preocuparse

-¿Se puede esperar un viraje del presidente, con esta designación, en cuanto a la agenda país pendiente de reformas estructurales esenciales en el sector público, empezando por la ley de empleo público?

-Eso es una incógnita todavía. Habrá que esperar más señales para ver por donde vendrá la procesión, pero hay razones para preocuparse.

-La pandemia sanitaria tiene en vilo, en lo económico, la rigurosa aplicación de la nueva reforma fiscal. Con esta designación, ¿estima usted que se pueda desandar el camino andado en materia de saneamiento fiscal?

-Esperemos que no. Pero para lograrlo se requiere un total convencimiento de que el camino de la austeridad y la contención (y recorte) del gasto público es el camino correcto.

-El gobierno anuncia una gestión de préstamo de emergencia ante el FMI por al menos $800 millones. ¿Es correcta, oportuna? ¿Para qué deberían destinarse los fondos eventuales que lleguen? ¿Para qué debe prepararse este gobierno al negociar, en una precaria condición fiscal como la tica?

-Es correcta y oportuna, en el tanto venga acompañada de las reformas estructurales que se requieren y no de más impuestos. Si no hay reformas de fondo, no hay dinero que resuelva el problema.

-Por último, ¿cómo ha visto hasta ahora el paquete de medidas económicas-financieras adoptadas por el gobierno y la Asamblea con miras al periodo pospandemia?

-Bien intencionadas, pero no las veo respondiendo a ninguna estrategia bien armada. Además, existe el peligro de que medidas de emergencia -aceptables si son temporales- terminen siendo permanentes o quedando vigentes por más tiempo de lo conveniente.