Edgar Fonseca, editor
El Banco de Costa Rica aseguró que las tarjetas de crédito y débito de sus clientes están a salvo pese a que han circulado listados clandestinos en diversos canales digitales que coinciden “en algunos casos” con los registros del banco.
La sustracción de datos de tarjetas es atribuido por las autoridades del banco a un grupo cibercriminal denominado Maze.
La información difundida data al parecer de enero 2018. El 70% de la información corresponde a tarjetas inactivas, confirmaron fuentes del banco al diario La Nación.
Según un comunicado oficial, la información que circula no fue sustraída de forma directa de los sistemas del banco.
Con la información publicada por los delincuentes –consignó el banco– no se pueden realizar fraudes ni tampoco clonar tarjetas con tecnología chip.
El banco negó que sus sistemas informáticos hayan sido vulnerados.
La evidencia preliminar -ratificó el BCR– demuestra que los sistemas informáticos de la entidad no han sido vulnerados.
Resaltaron que expertos en seguridad informática del banco y “destacados consultores internacionales, coinciden en el resguardo que la institución tiene de los datos de sus clientes”.
El banco sostiene que la información que ha circulado con números de tarjetas no fue sustraída de forma directa de sus sistemas.
“El BCR reitera su respaldo, brindándole la seguridad de que sus fondos no se verán afectados”, citó el banco.
Descartan fraudes o clonación
Según el banco, a las tarjetas identificadas en los archivos publicados ilícitamente, así como al resto de tarjetas de clientes, “se les aplica un proceso preventivo y proactivo, con lo cual se les protege del fraude a través de plataformas de comercio electrónico”.
El banco recomendó a sus clientes no ingresar a sitios web o oficiales ni autorizados, en ningún caso, los datos de las tarjetas de crédito o débito, ni de forma parcial ni mucho menos completa.
También recomiendan a los clientes no descargar archivos que les prometan o soliciten la verificación de datos porque podría ser víctima de ciberdelincuentes que le podrìajn extorsionbar, robarle la información o cometer fraudes entre otros delitos informáticos.
En ambos casos, advierte el banco, el cliente debe solcitar la reposición del plástico de forma inmediata, sin tener wue desplazarse a ninguna oficina comercial..