Edgar Fonseca, editor/Foto MSNBC
El aspirante presidencial demócrata, Joe Biden, negó categóricamente este viernes en la cadena MSNBC una acusación de supuesta agresión contra una exasistente en el senado en 1993.
Después de días de discusiones internas sobre cómo abordar las acusaciones de agresión sexual de Tara Reade, la campaña de Joe Biden finalmente lo puso este viernes en la televisión, destaca el sitio politico.com.
Fue un ejercicio cuidadosamente orquestado de control de daños, no ejecutado exactamente por Biden, sino acompañado por el tipo de negación hermética que su grupo cada vez más inquieto necesitaba escuchar.
“No. No es verdad. Estoy diciendo inequívocamente que nunca, nunca sucedió, y no sucedió ”, dijo Biden durante casi 20 minutos de preguntas exigentes de Mika Brzezinski en MSNBC.
Fue la primera prueba de elección general de Biden sobre un enfoque de gestión de crisis que llevó al ex vicepresidente a las primarias demócratas, lo que un estratega demócrata llamó “una técnica muy antigua, muy ajena a la era de Twitter”.
Antes del viernes –agrega el sitio– la campaña de Biden simplemente había emitido una declaración negando la acusación de Reade. El propio Biden no había dicho nada sobre las acusaciones en más de un mes desde que Reade lo acusó de agredirla en un pasillo cuando trabajaba para el entonces senador en 1993.
Para otros funcionarios demócratas, sin embargo, la situación se estaba volviendo cada vez más insostenible. Los prospectos vicepresidenciales y los miembros del Congreso fueron llamados a rendir cuentas por defender a Biden, o permanecer en silencio, a pesar de criticar duramente al juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh en 2018 por su trato a las mujeres.
La aparición de nuevas pruebas en las últimas semanas solo aumentó la presión sobre la campaña para abordar más a fondo la acusación de Reade. Algunos aliados habían alentado en privado al personal de Biden para que el candidato respondiera directamente, según un demócrata familiarizado con el alcance, según politico.com.